De película: cómo fue la misión secreta que trajo el cuadro de Frida Kahlo hasta el Malba

Eduardo Costantini con "Diego y yo" (1949) y "Autorretrato con chango y loro", las dos obras de Frida Kahlo reunidas en el Malba

El teléfono sonó en Nueva York , mientras ella viajaba al aeropuerto que la llevaría a Buenos Aires . "¿Qué intensidad tiene?", le preguntó Eduardo Costantini a Florencia Malbrán. El coleccionista se refería a Diego y yo , la obra más cara del arte latinoamericano vendida en subastas, que viajaba resguardada en un camión y acompañada por seguridad privada. Además del "correo", como se suele llamar a la persona asignada para no separarse de la pieza desde su origen hasta su destino .

"Diego y yo" permaneció hasta el viaje a Buenos Aires en un almacén de arte en Nueva York, en un depósito exclusivo para Costantini

La responsabilidad de esa tarea digna de la saga Misión imposible quedó a cargo de Malbrán, curadora de la colección personal del fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) . Este último pagó en noviembre US$34,8 millones en un remate de Sotheby’s por esa pintura de Frida Kahlo , que mide apenas 30 por 22,4 centímetros. Si bien tenía estudiada la obra de memoria, no la había visto en vivo y en directo.

"Diego y Yo, de Frida Kahlo, ya en viaje al Malba!", publicó el coleccionista hace cuatro días, también en su cuenta de Instagram, junto a fotos que mostraban cómo se estaba embalando la obra

"Eduardo quería saber cuál era la intensidad de la obra, porque al ser tan concentrada tiene una fuerza emocional distinta", explica a LA NACION Malbrán, que confiesa haber pasado "muchas horas" despierta mientras viajaba desde un depósito en Nueva York hasta el Malba , en Palermo Chico. "Lleva mucho entrenamiento -responde con humor cuando se le pregunta cómo hacía para ir al baño-. Tenía seguridad que me acompañaba, y estaba en contacto con todo un equipo de profesionales ".

Más detalles serán contados por Costantini el jueves próximo a las 18 en el auditorio del Malba, cuando presente la muestra Tercer ojo junto a María Amalia García

Una vez que aterrizó en la Argentina, el jueves por la noche, la pintura fue retenida por la Aduana para completar los trámites de rigor. Y, también, para "descansar". "Conviene que la obra descanse en la caja, para que se aclimate", aclara Costantini en su oficina del Malba, muy cerca de la trastienda donde finalmente abrió la caja el domingo al mediodía junto a su esposa, Elina, y los expertos del museo . En manos de estos últimos quedó hasta hoy, cuando se...

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