Pedalear en el paraíso hasta que el cuerpo resista

Hay veces en que uno peca por exceso de fe en sí mismo. Este es el caso, me digo, mientras recorro en auto, perpleja y en pánico, el primer tramo de la ruta 40, en la salida de Villa La Angostura (VLA). Vine aquí a reconocer el terreno que en 48 horas recorreré como novata participante de La Unión 7 Lagos: una carrera de mountain bike de 110 km por paisajes abrumadores que serpentean por la cordillera y unen VLA con San Martín de los Andes (SMA).Es una ruta escénica, con pronunciadas subidas, bajadas, curvas y contra curvas a 90°, llanos de asfalto, 25 km de ripio, baches y barro. Del Nahuel Huapi al Lacar, el trayecto atraviesa la postal cambiante de dos parques nacionales. El botón de muestra me deja estupefacta. ¿Qué ego inflamado me indujo a semejante desatino? Sólo 20 km de estas cuestas para que el "vehículo escoba", el que cierra la carrera, barra con mis restos.Aclaremos que estamos a tiempo: soy ciclista urbana, de planicies y cortas distancias. Jamás pedaleé en la montaña. Nunca participé en una carrera. Tengo reducida mi capacidad pulmonar por el asma. Sobrellevo el peor estado físico que recuerde. ¿Hay salida de emergencia para los desertores?La naturaleza, sin embargo, me llama. Como un imán, me invita a una interacción más íntima. Cuando mirar la belleza ya no alcanza, uno busca sentirse parte. Transpirar el paisaje con los poros, el cuerpo, el alma. Mañana agarro mi trek y tanteo hasta dónde puedo llegar, me ordeno. Si alcanzo la primera posta, a los 50 km, me lleno de gloria.Pero mi angustia se acrecienta porque el sábado diluvia todo el día.Domingo, 9.30 AM, Día D. Guetta es la fanfarria del ciclismo. Clima de fiesta en el área de largada. Más de 300 corredores, entre profesionales y gente entrenada. Hay una estrella, La Cobra Di Lorenzo. Una heroína: pedalea en tándem junto a su padre ciego. También un duelo: alumnos del fallecido ciclista Ariel Caucamán, embestido en un camino neuquino, hacen campaña para que los vehículos no toquen bocina y pasen a una distancia de 1,5 m en las rutas.El despliegue organizativo de la carrera es perfecto. Veinte vehículos abocados a la seguridad. Los locales apoyan y ocupan las veredas para ver al pelotón pasar. Me acomodo tímidamente del medio para atrás en la línea de largada. Me siento una impostora. Mi máscara caerá con la primera fatiga. Sé que mi resistencia dependerá más de mi cabeza que de mis piernas. Me impongo cambiar el switch a "positivo". Da resultado.Es tal mi avidez por empezar a...

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