Patrice Chéreau enseñó a ver y a escuchar ópera

"Mi primer trabajo -declaró Patrice Chéreau en su calidad de régisseur - es saber cómo contar una historia. Esto quiere decir, ocuparse de los personajes y de las situaciones." Director de cine, guionista, director de teatro hablado y cantado, y actor, Chéreau acaba de dejar su sitio privilegiado dentro de nuestro mundo, el de la ópera. Falleció el lunes último, según informó este diario.Saber cómo contar una historia empieza por "ocuparse de los personajes y de las situaciones, hacerlas legibles, darles la capacidad de ser verdaderas. Para ello -continúa en sus declaraciones a L'Avant-Scène Opéra de julio-agosto de 2007- es preciso poder analizar las dificultades de un texto (?) En el teatro, como en el cine, mi tarea principal consiste en orientar la mirada". Pero también aclara que con una cámara cinematográfica los medios son diferentes, pero la finalidad es la misma. Saber contar una historia, lograr llevar a la gente a mirar en la misma dirección y sentir las mismas cosas, trazar líneas de fuerza que hagan que en un momento dado una escena no sea solamente una yuxtaposición de momentos distintos, sino que cada elemento conduzca al otro".Fundamentalmente se lo ha considerado en el mundo de la ópera como un "director de actores". Varios de sus trabajos, y en particular los realizados en absoluta comunión de significados con el director de orquesta, también francés, Pierre Boulez, han sido considerados "históricos": desde aquella Tetralogía wagneriana de 1975-1976, que hizo época, hasta uno de sus más recientes realizaciones conjuntas, La casa de los muertos de Janácek, que ambos presentaron en Viena y en Aix-en-Provence en 2007, en coproducción con el Holland Festival de Amsterdam, la Metropolitan Opera de Nueva York y el Teatro alla Scala de Milán.El primer encuentro de Boulez y...