Las PASO se vuelven una obsesión para Macri y el kirchnerismo

La campaña se les echó encima a y a . El tortuoso camino hacia la inscripción de sus candidaturas presidenciales expuso sus debilidades -de distinto origen, pero evidentes- y la temporada de cierre de listas los obligó a lidiar con las contradicciones de sus armados políticos.Tienen todo por hacer y apenas 40 días para un duelo que marcará su destino. En los dos comandos que se disputan el poder crece la convicción de que las PASO del 11 de agosto tendrán un efecto decisivo, que los obliga a recalcular la estrategia y ajustar su discurso de cara a esas elecciones en las que no se elige nada.Con la polarización extrema, y en vías de acentuarse, se diluye la idea de que las primarias actúan como una megaencuesta que únicamente sirve para calibrar planes de campaña y orientar el voto útil. Esta vez, el resultado de agosto puede disparar consecuencias irreversibles.El Gobierno asume que corre de atrás. Las PASO lo privan del tiempo que necesitaría para exhibir algún repunte económico que permita suponer el fin de la crisis. Le añaden un peligro latente: ¿cómo reaccionarán los mercados el lunes 12 si el escrutinio coloca al kirchnerismo muy por encima de Macri?La respuesta la conocen en el Gobierno y en el Instituto Patria. Podría ser el fin de la estabilidad cambiaria que le permitió tomar aire al Presidente, rescatar su candidatura de la amenaza del "plan V" y arrancar la campaña con tono competitivo. Otra corrida del dólar podría sellar la suerte del oficialismo.Ese riesgo llevó a algunos a alucinar con la idea de suspender las PASO. El proyecto nunca tuvo opciones serias de avanzar. Quienes más lo agitaron fueron los radicales mendocinos de Alfredo Cornejo, deseosos de quitarse de en medio una elección nacional molesta en agosto cuando todavía les falta completar, en septiembre, el proceso electoral de su provincia.En la Casa Rosada están convencidos de que, aunque incómodas, las primarias son vitales para el plan de reelección. Sobre todo, por el efecto que podrían tener en Buenos Aires, donde María Eugenia Vidal enfrenta a Axel Kicillof y el aparato del PJ sin beneficio de ballottage."Las PASO son para nosotros la primera vuelta", dicen cerca de la gobernadora. Perder por poco en agosto contra el kirchnerismo en Buenos Aires puede acercarle en octubre los votos que le faltan desde simpatizantes de terceros partidos.Miguel Pichetto, el vice contratado para contagiar de peronismo a Cambiemos, es quien más alerta sobre la necesidad de...

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