El Papa pide un gesto a dos obispos para allanar un acuerdo con China

ROMA.– En un clima de gran nerviosismo, bajo el impulso de Francisco –el primer papa jesuita, convencido de que el futuro de la Iglesia Católica está en Asia– estaría a punto de cerrarse un acuerdo con China sobre la sensible cuestión de la designación de obispos. Aunque no se trata de algo inminente, para alcanzar este objetivo el Vaticano les pidió a dos obispos de la Iglesia subterránea, que se opone a Pekín, renunciar para cederles sus lugares a dos obispos “ilegítimos”, que pertenecen a la Iglesia del régimen.

La sorprendente jugada, revelada por AsiaNews.it, provocó la indignación de los sectores que en China se oponen al mentado acuerdo, considerado una suerte de capitulación ante un régimen represivo y ateo. Desde 2014, el Vaticano negocia sigilosamente con China –donde se estima que viven entre 10 y 12 millones de católicos–, para solucionar la compleja cuestión de la designación de obispos.

Al frente de los opositores a un acuerdo considerado una virtual traición se encuentra el cardenal emérito de Hong Kong Joseph Zen. Este combativo purpurado, de 85 años, el lunes pasado en su blog denunció que “el Vaticano está liquidando la Iglesia en China”. Y contó que, en una reunión que tuvo en el Vaticano con el Papa el 12 de enero pasado, en la que mostró su rechazo al sorprendente pedido de renuncia realizado por un diplomático del Vaticano a dos obispos “legítimos”, Francisco le confesó que les había pedido a sus colaboradores que “no crearan otro caso Mindszenty”. Aludió así a un cardenal húngaro anticomunista que, durante la época de la Ostpolitik (como se llamó la estrategia utilizada en tiempos de Juan Pablo II para llegar a acuerdos con los regímenes comunistas de Europa del Este), después de estar preso durante años, fue obligado a irse del país para darle lugar a un prelado aceptable para el régimen.

El martes último, el Vaticano negó, a través del vocero papal, Greg Burke, que hubiera puntos de vista diversos en la Santa Sede sobre China, en una declaración que, sin mencionarlo, fustigó a Zen. “El Papa está en constante contacto con sus colaboradores, en especial de la Secretaría de Estado, sobre las cuestiones chinas y es informado por ellos de modo fiel y detallado sobre la situación de la Iglesia Católica en China y sobre los pasos del diálogo en curso, que él acompaña con solicitud”, dijo. “Causa sorpresa y pena, por lo tanto, que se afirme lo contrario por parte de personas de Iglesia y se alimenten, así, confusión y...

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