El Papa, contra los 'desobedientes'

ROMA.- Benedicto XVI sorprendió ayer a todos al fustigar a un movimiento progresista de sacerdotes austríacos que llama a la desobediencia y al reiterar su "no" al sacerdocio femenino, durante la misa crismal del Jueves Santo, en la Basílica de San Pedro.Al hablar en su homilía sobre el sacerdocio y de "cómo debe realizarse en la situación a menudo dramática de la Iglesia de hoy", el Papa se refirió explícitamente a la denominada "Pfarrer-Initiative", un "llamado a la desobediencia" suscripto por 329 sacerdotes austríacos, que reclama urgentes reformas de la Iglesia Católica, como la abolición del celibato, el sacerdocio femenino, la comunión para los divorciados vueltos a casar y un papel más activo de los laicos."Recientemente, un grupo de sacerdotes publicó en un país europeo una llamada a la desobediencia, aportando al mismo tiempo ejemplos concretos de cómo se puede expresar esta desobediencia, que debería ignorar incluso decisiones definitivas del Magisterio; por ejemplo, en la cuestión sobre la ordenación de las mujeres, sobre la que el beato papa Juan Pablo II declaró de manera irrevocable que la Iglesia no ha recibido del Señor ninguna autoridad sobre esto", dijo Benedicto XVI."Pero la desobediencia ¿es un camino para renovar la Iglesia?", se preguntó el Papa. "Queremos creer a los autores de esta llamada cuando afirman que los mueve la solicitud por la Iglesia; su convencimiento de que se deba afrontar la lentitud de las instituciones con medios drásticos para abrir caminos nuevos, para volver a poner a la Iglesia a la altura de los tiempos. Pero la desobediencia ¿es verdaderamente un camino? ¿Se puede ver en esto algo de la...