Qué pagamos cuando pagamos: la presión impositiva en valores récord

Antes de desandar la nota, una advertencia: este cronista no tiene la culpa de lo que va a contar. Y una segunda: el personaje de la historia no es real, aunque claro está, cualquier parecido con la realidad, pues correrá por cuenta de los lectores.Lo cierto es que después de años de esfuerzos, el hombre pudo llegar al cero kilómetro en 2011, igual que 750.000 argentinos que compraron cada uno de los autos nuevos que se vendieron en el país durante el año. Gastó un valor cercano a los 100.000 pesos. Sin que se diera cuenta, el flamante dueño del auto por estrenar entregó 47.000 pesos de impuestos.Lo primero que hizo fue cargar nafta. Se arrimó a un surtidor y pidió nafta premium. Cada litro le costó 6,18 pesos y su auto mediano cargó 50 litros. Sacó de su billetera 309 pesos y pagó. Se dio vuelta, agradeció y se fue. Nunca se detuvo a pensar que 145 pesos iban a parar a los diferentes grados de gobierno que recaudan impuestos a través de los combustibles.Hizo unas pocas cuadras y prendió un cigarrillo, el primero de un paquete de 20. Jamás hizo la cuenta que 14 de ellos representan la carga impositiva que tiene el producto, unos de los más gravados en el país. Argentino al fin, llamó a un amigo por su celular para decirle que iba a pasar a mostrarle su auto y, de paso, compartir un vino. Por la comunicación aportó 26 centavos de cada peso que gastó a las cajas estatales, y por el vino, entregó 32 pesos por cada 100.El derrotero impositivo de este personaje de ficción podría seguir con cada uno de los movimientos que haga durante toda su vida. La Argentina ha ajustado el cinturón impositivo como nunca en la historia en los últimos años. Es una variable casi imperceptible, pero constante. Según datos elaborados por el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), la presión tributaria efectiva pasó de 22,4% en 2000 a 33,5% para este año. En 2002, en plena crisis económica, el cinturón tributario argentino se ubicaba en torno al 20,7%; al año siguiente, cuando empezó la sucesión de gobiernos kirchneristas que aún se mantiene, ese porcentaje se ubicaba en 24,3%. La marcha ascendente jamás se detuvo. Más aún, los economistas Nadin Argañaraz y Sofía Devalle, ambos del Iaraf, calcularon que del año pasado a éste la presión aumentó. Según datos de un trabajo, en el que advierte que lo que se releva es la presión efectiva, es decir lo que se paga y no lo que se debería pagar, la Argentina tenía una presión fiscal en 2010 del 32% del producto bruto interno (PBI)...

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