El pánico por Escocia va más allá de Gran Bretaña y pone en alerta a Europa

MADRID.- En pánico, el premier conservador David Cameron, los líderes opositores y el poder económico británico se toparon la última semana con el peligro inminente de un cataclismo político y económico sin comparación en tiempos de paz.Una victoria del independentismo en el referéndum que se celebrará el jueves próximo en Escocia empujaría a Gran Bretaña a una transformación impensable hasta hace unos días, antes de que se publicara una encuesta sorprendente que mostró al sí por primera vez en ventaja.Tendrá que darse un nuevo nombre. Seguramente una nueva bandera. Pero eso sería sólo una anécdota.Para empezar, la eventual ruptura de Gran Bretaña pondría en riesgo la continuidad del gobierno de Cameron y dejaría malherida a la oposición laborista, que tiene en Escocia un bastión electoral.En el plano interno, se acumulan las especulaciones: si gana el sí, ¿resurgirán las tensiones autonomistas en Gales y en Irlanda del Norte?, ¿se afianzarán los ultraderechistas que pugnan por abandonar la Unión Europea (UE)?Los analistas financieros descuentan un golpe a la estabilidad de la libra esterlina que derrumbaría los pronósticos alentadores para la sexta potencia mundial.Como si no fuera poco, el miedo llega al continente y no sólo por las implicaciones económicas. La Unión Europea (UE) se vería obligada a discutir por primera vez qué hacer con un país que se separa de uno de sus miembros, justo cuando bullen las ansias secesionistas en otras regiones, como Cataluña.Nadie parecía tomar demasiado en serio el escenario de ruptura hasta hace una semana. El giro ocurrió el domingo pasado cuando la consultora YouGov publicó una encuesta que colocó arriba al sí después de haber estado casi 20 puntos abajo al inicio de la campaña.Desde entonces, otros tres sondeos mostraron al no otra vez primero, pero con un margen que obliga a contener la respiración.La reacción de Cameron, sus aliados liberales y los opositores retrató una alarma colectiva. Se unieron para prometer más autonomía a Escocia si gana el no y viajaron al Norte con un mensaje sentimental. "Me partiría el corazón si esta familia de naciones se rompiera", dijo el primer ministro en Edimburgo.La crisis perfectaPerder las elecciones del jueves dejaría a Cameron en la cuerda floja. Él fue quien pactó el referéndum con los independentistas escoceses y quien diseñó la campaña del no."No podría aguantar mucho al frente de su partido si gana el sí. Y su caída podría facilitar el ascenso de los euroescépticos, que...

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