Oscar de la Hoya: 'Lo que superé fuera del ring fue mi mayor victoria'

Oscar de la Hoya mantiene intacto un don con el que pocos nacen: el ángel. Este atributo le permite sobrevivir con una imagen positiva y admirable, en un tiempo difícil para su empresa Golden Boy Promotions y comprometido para sí mismo tras batallar contra sus adicciones (alcohol y drogas) que lo pusieron contra las cuerdas en los últimos dos años.

Combate ahora contra la traición de sus viejos socios, contra la nueva competencia y el cambio rotundo de la política del boxeo, que parece debilitarlo.

Tiene en el chubutense Lucas Matthysse su gran diamante para volver a escena. Un "arma mortal" que en caso de batir a Ruslan Provodnikov, lo devolverá a las grandes negociaciones. Pensando en el filipino Manny Pacquiao, si es capaz de conseguir la hazaña y doblegar a Floyd Mayweather.

Es un hombre de 42 años, gran protagonista del presente de la industria del boxeo y forjador de la historia de este deporte.

Los ojos brillan de esperanza, de optimismo y, quizás, de rabia. Quiere salir de este estado porque ya sin el manejo de los mejores boxeadores, sabe que tiene la capacidad suficiente para seguir siendo el empresario número 1.

Los ojos achinados, casi ocultos por los pómulos lustrosos, son la ventana a un sinnúmero de historias. Es el hombre que ganó diez títulos mundiales en seis divisiones diferentes, el que acabó con la carrera de Julio César Chávez, el que fue considerado el mejor boxeador latino de la historia y el que ya es una leyenda. Pero hoy, a los 42 años, si por algo Oscar De La Hoya se ve como un triunfador es por sentir que venció a un rival mucho más fiero: el derrumbe personal al que, entre la fama y el dinero, lo empujó, años atrás, la adicción a las drogas. "Aquello me demostró que realmente soy campeón. Yo gané títulos mundiales, la medalla olímpica. Bonito, todo arriba del cuadrílatero. Pero lo que superé fuera del ring fue mi mayor victoria. Nada se puede comparar con eso. A mí me fascina hablar de esto, porque es la vida real. La vida me tumbó. Yo tomé decisiones malas. Pero pude? ¿cómo se dice? Tomar el toro por los cuernos. Y tener ese valor para regresar al camino correcto no es fácil. Yo tengo esa historia, esa experiencia. Para que un boxeador jovencito pueda verlo: ?mira, campeón mundial, probó lo más bajo, lo tumbaron'? ¿Y ahora -pensé- qué haré? ¿Me quedaré tirado o me levantaré? Yo decidí levantarme. Es una historia motivante, que se puede mostrar. Es algo real. Ahora soy un ejemplo real", dice.

A lo largo de una...

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