Ortega, un socio obsequioso para Rusia

Vladimir Putin y Daniel Ortega

Como parte de las medidas de aislamiento que los países europeos han tomado en contra de Rusia a consecuencia de la invasión a Ucrania, el avión en que viajaba hacia Moscú Viacheslav Volodin, presidente de la Duma, el congreso de diputados, fue impedido de volar sobre el espacio aéreo de Suecia y Finlandia, y tuvo que desviarse muy hacia el norte para llegar por fin a su destino.

Esta noticia, entre tantas que se publican a raíz de esta guerra en la que Vladimir Putin juega con la sangre ajena el juego imperial de zar de la Santa Madre Rusia, no me daría pie para iniciar este artículo si no fuera porque el avión del camarada Volodin venía de Nicaragua, un destino que, en estas circunstancias, a muchos no dejará de parecer extraño. ¿Qué hace en Managua el presidente de la Duma cuando los cohetes rusos caen sobre las ciudades ucranianas?

Pues sí, allá andaba. Ya cuando los tanques de guerra de Putin iniciaban su marcha, el camarada Volodin aterrizaba en Managua, donde fue recibido con pompa y circunstancia, y uno de los hijos de Ortega le dio la bienvenida oficial. Hablando en una sesión del Parlamento nicaragüense, convocada en su honor, dijo, con la misma cara de jugador de póker que pone Putin, que "la población de Ucrania no tiene que temer a la operación pacificadora, porque está dirigida para la desmilitarización solamente", al tiempo que las bombas caían sobre los edificios de departamentos en Kiev.

Reunido Volodin esa misma tarde con la pareja presidencial, Ortega aprovechó para otorgar su respaldo sin reservas a la invasión, tal como lo había hecho días atrás delante de otro enviado del Kremlin, el vice primer ministro Yuri Vorisov, quien llegó en visita oficial el 17 de febrero.

Como puede verse, los altos dignatarios rusos, en medio de los ajetreos de la guerra de agresión contra Ucrania , escogen Nicaragua como destino en busca de respaldo diplomático, lo cual no deja de ser ocioso, pues no necesitarían afanarse tanto en hacer viajes tan largos si saben de antemano que cuentan con la adhesión obsequiosa de Ortega, cualquiera que sea la aventura de expansión territorial que Putin emprenda.

Ya en septiembre de 2008, después de que Rusia había arrebatado a la república de Georgia los territorios de Abjasia y Osetia del Sur, Ortega corrió a reconocerlos como países independientes y les otorgó reconocimiento diplomático. Su canciller de entonces hizo unas declaraciones bastante cándidas respecto de las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR