Operación Rosario. La misión secreta de la Armada para recuperar las Islas Malvinas: "El plan era desembarcar el 1° de abril"

Fecha de publicación28 Marzo 2024
Hasta una semana antes del 2 de abril de 1982, los marinos argentinos del grupo anfibio FTA 40 no sabían que tendrían que recuperar las islas Malvinas. A la izquierda, el comandante Molina Pico La Operación Rosario es una historia que atraviesa a los Chaluleu, mi familia. Mi abuelo, Julio Daniel Chaluleu, era oficial de Marina, y en los días previos al 2 de abril sus superiores lo designaron como comandante de la Fuerza de Tareas Anfibia, la "FTA 40.3″, que estaba conformada por un grupo de destructores y navíos logísticos que escoltarían al buque que llevaba a los soldados de la Fuerza de Desembarco. La operación, cuyo objetivo era recuperar las Islas Malvinas tras 150 años de usurpación británica, se llevó a cabo bajo absoluto hermetismo Mi abuela recuerda que se enteró de la noticia el mismo 2 de abril, como la gran mayoría de los argentinos, una vez consumada la recuperación, de la manera menos pensada. Nadie le había dicho nada. "La Operación Rosario fue tan extremadamente secreta que, siendo yo habitante de la Base Naval Puerto Belgrano, me enteré de que Puerto Argentino acababa de ser tomado por nuestras fuerzas por la radio", me cuenta hoy, 41 años después. Ella pensaba que mi abuelo había salido a navegar, como hacía todos los meses La Operación Rosario fue el primer capítulo de la Guerra de Malvinas. En la mañana del 28 de marzo de 1982, las tropas del Ejército Argentino y de la Armada embarcaron y establecieron rumbo hacia el archipiélago. Fue el comienzo del conflicto con el Reino Unido. El ARA Hércules fue uno de los buques que escoltaron al navío Cabo San Antonio, que llevaba a la mayoría de los soldados argentinos que atacaron las Malvinas en 1982, sin lastimar a ningún habitante de las islas Ese día, las fuerzas argentinas se organizaron en 12 buques: el portaaviones 25 de Mayo; los destructores Hércules, Santísima Trinidad, Comodoro Py, Seguí, Piedra Buena y Bouchard; las corbetas Drummond y Granville; el buque de desembarco Cabo San Antonio; el rompehielos Almirante Irizar y el submarino Santa Fe. Su misión, en definitiva, era poner a las tropas argentinas "en la playa". Fue el primer movimiento de la gesta de Malvinas. Mi abuelo, que estaba a cargo de los destructores y las corbetas que formaban parte del grupo de escolta, iba a bordo del Santísima Trinidad, cuyo comandante era José Luis Tejo. El comandante del otro destructor, el Hércules, era Enrique Molina Pico, que por entonces tenía el grado de capitán de fragata. Ahora, Molina Pico, a sus 84 años, revive la historia en una entrevista con LA NACION, en el living de su casa de Buenos Aires. Enrique Molina Pico fue el comandante del Hércules. Años después alcanzó la jefatura máxima de la Armada. Adelante: Enrique Molina Pico, en la Base Naval Puerto Belgrano. -Enrique, ¿qué recuerda de los días previos a la Operación Rosario" -Yo era comandante del Hércules. Estábamos haciendo pruebas en el mar el día 25 de marzo de 1982 cuando, a mediodía, me llegó la orden de regresar hacia la...

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