Con una ráfaga, Olimpo hundió un poco más a Argentinos

BAHÍA BLANCA.– Jugaban una de esas finales de la tabla de abajo. Sólo ganar era positivo para ambos dentro de esas complicadas combinaciones que resultan de los promedios; el punto del empate no le alcanzaba a ninguno. La suerte final fue para Olimpo: la goleada le dio el alivio que le permite respirar y pensar con más tranquilidad en lo que viene. Para Argentinos, el 0-3 fue un golpe más dentro de una caída que no se detiene y que lo acerca cada vez más a la condena definitiva.Desde el comienzo, Olimpo demostró una marcada determinación de definirlo con rapidez. A los 5 minutos, a Gissi le cayó justo un tiro libre de Gil, con poca energía pero que, desviado por un cabezazo de Musto, superó a Nereo Fernandez y se transformó en el 1-0. El doble cabezazo en el area, como cumpliendo con la vieja sentencia, empezó a trazar el destino del partido.El juego seguía merodeando el área de Argentinos, pero un contraataque encendió la alarma del otro Nereo, Champagne. Fue a los 8 minutos, cuando Lenis jugó para Becerra, que se cortaba sólo hacia el arco local, pero una esforzada intervenció interposición de Villanueva despejó el peligro.Vendrían después las dos jugadas claras de Cerutti, uno de los más destacados de la tarde, para asistir a Valencia, a la postre la figura del partido, a los 12 y a los 41, que le dieron a Olimpo una holgura y tranquilidad incluso superiores a su ambición del comienzo.En el primero de sus dos goles, con una jerarquía que hizo recordar a su padre, el Tren, Valencia colocó con el empeine y por sobre la cabeza de Fernández un sombrero que penetraría cerca del palo derecho. El segundo también fue en sociedad con Cerutti, una dupla que funcionó como en los viejos tiempos de Olimpo lo hacía aquella pareja Castillo-Carrario.Argentinos no alcanzaba a pasar en limpio la forma en que quería atacar, básica para intentar la recuperación. Lo intentaba con Becerra, Cabral y Serrano, mientras Leni, considerado su hombre mas peligroso, era marcado por tres aurinegros en forma permanente.El DT Borghi, molesto por el rendimiento de su equipo e incómodo por la tormenta que se avecinaba, comenzaba a gritarle al árbitro improperios que derivaron en su expulsión. Su ayudante de campo no le fue en saga en exabruptos. Abatidos, los jugadores del Bicho no encontraban el rumbo.Sin reacciónLas variantes que ensayó en el segundo tiempo Borghi, por entonces dirigiendo al equipo desde la platea...