Olimpia: volver en el tiempo

OLIMPIA.- La historia fundacional de los Juegos Olímpicos podrá ser antigua o moderna, pero siempre queda en Grecia. Atenas recibió a las competencias 108 años después de inaugurarlas. Quedaba por tender el puente con los Juegos de la antigüedad, aquellos que nacieron hace 2800 años, en 776 antes de Cristo, en Olimpia, en la península del Peloponeso.

Y para ese homenaje, el calendario olímpico tenía una fecha marcada con resaltador: el 18 de agosto, día de la prueba de lanzamiento de bala, en un escenario diseñado para conservar un aspecto naturista y despojado de los avances tecnológicos. No hubo marcadores electrónicos ni iluminación artificial; tampoco se colocaron gradas para los espectadores, ubicados en una pradera. "Grandes estadios los tienen y los tendrán otras ciudades, pero Olimpia la tenemos sólo nosotros. Celebrar unos Juegos aquí sin la intervención de Olimpia era inconcebible", expresó orgulloso Spiros Kapralos, manager general del comité organizador.

Hubo un nutrido grupo de deportistas, entre los que estuvo el garrochista plusmarquista mundial (6m14) y ya retirado Serguei Bubka, de Ucrania, que aprobó la adecuación del predio para la ocasión. La cita, presenciada por unos 4000 espectadores que se sintieron parte de un acontecimiento histórico, también estableció otro hito: la participación por primera vez de atletas mujeres, quienes en la antigüedad tenían prohibido competir; las casadas ni siquiera podían ingresar en el estadio. Quienes violaban la norma eran sentenciadas a muerte.

Hoy todo fue muy distinto, vivido como un orgullo por parte de las mujeres. La norteamericana Kristin Heaston no pasará a la historia por su discreto 22° puesto en lanzamiento de bala, sino por haber sido la primera mujer en cambiar una cultura milenaria. "Fue estupendo estar aquí, pero hubiera deseado una mejor marca. Ahora que todo terminó, debo disfrutar", expresó.

La rusa Irina Korzhanenko fue la que aunó lo pretérito con el éxito deportivo, al...