Oferta de bienes y servicios: respuesta instantánea y de corto o largo plazo

Desesperación es lo que nos lleva a demandar la cura inmediata cuando se enferma un ser querido; la fabricación de viviendas de la noche a la mañana, cuando vemos a seres humanos durmiendo en la calle, o el cese del fuego, ya mismo, en Ucrania. La desesperación es una entendible demanda, pero tanto el sentido común como la teoría y la historia muestran que, en casos como estos, por lo menos de manera instantánea, la demanda no genera su propia oferta. ¿Y entonces?

Para que me ayudara a entender conversé con la inglesa Mary Paley (1850-1944), la primera graduada en economía de la Universidad de Cambridge. En 1877 se casó con uno de sus profesores, Alfred Marshall. Como en ese entonces Cambridge no permitía que los profesores se casaran, se mudaron a Bristol. Retornó a Cambridge en 1885, cuando se eliminó el referido requisito. Sus memorias, tituladas Lo que recuerdo, fueron publicadas en 1947. También John Charles Harsanyi, Frank Hyneman Knight y Ernest Francis Penrose se casaron con alguna de sus alumnas. El contraejemplo es Emmanuel Macron, quien se casó con su maestra.

-John Maynard Keynes les dedicó extensas necrológicas, tanto a Alfred como a usted.

-Así es. Acertó cuando dijo que lo nuestro fue amor a primera vista. Durante 40 años mi vida fue totalmente absorbida por la de mi esposo. Ni durante la vida de Alfred ni después pensé o esperé algo para mí misma. En el tope de mis pensamientos siempre estuvo la idea de que no debía plantearle problemas a nadie.

-Lo cual, dada la personalidad de Alfred, no debe haber sido nada fácil. Ejemplo: su libro La economía industrial fue reimpreso nueve veces, a pesar de las críticas de su marido.

-Ningún comentario.

-Para pronosticar la respuesta de la oferta de un bien, para satisfacer un aumento de su demanda, es muy importante distinguir entre los plazos instantáneo, corto y largo.

-Distinción que, si bien se relaciona con el tiempo, no necesariamente con el calendario. En todos los casos, plazo instantáneo quiere decir ¡ya!; pero, en términos del calendario, la respuesta de corto y largo plazo no es la misma en la producción de barbijos que en la de buques.

-Entendido. Comencemos por el plazo instantáneo.

-Pensemos en los churros producidos, en las camas existentes en los hospitales existentes y en la cosecha de granos en curso. No hay forma de aumentar la oferta de manera instantánea, no importa cuán grande sea el aumento de la demanda o la presión política. Las medidas de política económica...

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