Obligado a reinventarse

Defensa. Una zaga con un par de prácticas

Cambiar el 75 por ciento de la defensa de un partido para el otro enciende una alarma. Si bien los reemplazos no obedecen a rendimientos, la última línea del seleccionado no tuvo respuestas convincentes ante Perú. Una prueba de esas flaquezas es que Zabaleta, Otamendi y Funes Mori recibieron la tarjeta amarilla que los lleva a la suspensión por foules necesarios para cortar peligrosos ataques. De todas maneras, de no haber mediado las amonestaciones, seguramente Bauza no hubiera introducido variantes. Pero ahora el Patón se ve en la obligación.

En el lateral derecho aparecerá Mercado, que se había ganado la titularidad con Martino desde el trascendental triunfo ante Colombia en Barranquilla. El ex River había sido convocado de urgencia para ese partido, ante las ausencias del lesionado Zabaleta y el suspendido Roncaglia, y el Tata lo eligió por delante de Peruzzi, que ya estaba en la lista.

Mercado no sólo respondió con firmeza en la marca, sino que también impuso su potencia en ataque al hacer el gol del triunfo contra Chile y abrir el marcador frente a Bolivia. Con esos dos tantos es uno de los máximos anotadores en las eliminatorias, junto con Messi.

Menos natural que el de Mercado son los ingresos de Musacchio y Demichelis, que por primera vez compartirán la zaga. Musacchio está consolidado en Villarreal (Milan y Chelsea lo pretenden), pero su experiencia en el seleccionado es escasa, de apenas tres amistosos, el último hace un año y medio. El que sí tiene recorrido con la albiceleste es Demichelis, que necesitará de ese atributo para mitigar su inactividad oficial. No juega desde el 1° de mayo (en Manchester City) y aún no debutó en Espanyol.

Volantes. Banega, para llenar el vacío de juego

La vuelta de Banega expone a Bauza en su equivocada decisión de no incluirlo desde el comienzo en Perú. El técnico imaginó bien el partido -el equipo de Gareca presionó y buscó con insistencia el ataque-, pero no acertó con la estrategia de sorprender al rival con pelotazos para la velocidad y la jerarquía individual de los delanteros. En ese contexto, Banega sobraba, pero con los minutos su ausencia se advirtió como un déficit porque la Argentina no encontraba la pelota y necesitaba bajarle el ritmo a Perú. Bauza lo mandó a la cancha en los últimos 18 minutos y quedó la sensación de que debería haber ingresado bastante antes. Demoró demasiado el cambio. Hasta algunos compañeros reconocieron que con el...