La obligación de informar

El año próximo se cumplirán 30 años de recuperada la democracia, pero ésta todavía continúa indocumentada y cada vez más desinformada ?y a veces malinformada? por un gobierno cuyos funcionarios no dan verdaderas conferencias de prensa, no responden a las preguntas del periodismo independiente y le niegan datos, mientras organismos oficiales como el Indec difunden información falsa, como la de los índices inflacionario y de pobreza.La creciente gravedad de esta situación quedó ilustrada con la reciente respuesta de la Presidenta a los periodistas que le plantearon este problema: "Para la información oficial están mis discursos. Yo no voy a hablar contra mí misma". Este errado concepto de lo que significa informar revela la nula vocación oficial por la transparencia.Por eso, hace pocas semanas, más de 160 periodistas de distintos medios plantearon en dos documentos la necesidad de que el Gobierno responda e informe.Otra prueba de la nula voluntad oficial en la materia la vemos en el triste hecho de que aún no se aprobó la ley de acceso a la información pública, uno de los instrumentos que, al garantizar el conocimiento de los datos que describen al Estado, permite identificar la calidad de la democracia.El 8 de mayo, el senador Samuel Cabanchik (ProBafe) presentó nuevamente el texto del proyecto de ley de su autoría "Libre acceso a la información pública", que obtuviera media sanción en la Cámara alta en septiembre de 2010 y que lamentablemente perdiera estado parlamentario en la Cámara de Diputados en febrero del corriente año.Esta es la segunda vez que un proyecto de ley impulsado para garantizar el derecho democrático de acceso a la información que genera el Estado es ignorado por el Congreso. La primera ocurrió hace ocho años, con un proyecto que contaba con media sanción de la Cámara de Diputados y perdió estado parlamentario en ese mismo ámbito luego de regresar con cambios introducidos en el Senado. Esos cambios no fueron para mejorar el texto de la cámara de origen, sino que consistieron en una serie de modificaciones al proyecto que lo desvirtuaron hasta convertirlo en un aborto legislativo.Tiene sentido mencionar esta primera experiencia porque, en caso de ser sancionado por ambas cámaras, el proyecto de Cabanchik deberá ser promulgado por un Poder...

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