Obama y Castro concentran las miradas en una cumbre decisiva

CIUDAD DE PANAMÁ.- Flores blancas y una impresionante vista del Pacífico antes de abrazarse con el Atlántico, con la ayuda de su famoso canal. Esa escenografía será el marco, esta noche, cuando el presidente norteamericano, y su par cubano, , coincidan en la ceremonia de apertura de la Cumbre de las Américas, que puede sellar un nuevo comienzo en la política regional.

Obama se anticipó y llegó anoche con un regalo: el anuncio de que su gobierno avanza en los pasos necesarios para "retirar" a Cuba de la "lista negra" de países que apoyan actividades terroristas.

Aclaró sin embargo que no hará anuncios durante esta cumbre y que será necesario esperar a que su administración "compruebe" si el gobierno de los Castro produce los "cambios" necesarios para que ese gesto se concrete. "Si las circunstancias cambian, entonces la lista también cambiará", dijo.

El debut de Cuba en el mecanismo de las cumbres acapara todas las miradas: tanto de los que empujan para su reingreso como de quienes no quieren saber nada. Por estas horas, unos y otros se cruzan discusiones -o puñetazos- en las esquinas que rodean el centro de convenciones.

"Le abren las puertas a Cuba, ¿pero qué garantía tenemos de que vayan a respetar los derechos humanos si hasta aquí mismo los esbirros de los Castro nos persiguen y nos torturan?", protestaban ayer miembros de la llamada "disidencia" que denunciaron haber sido agredidos por procastristas.

Entre ellos estaba Leticia Ramos, referente de las Damas de Blanco, tal como se conoce al grupo de mujeres que lucha por la libertad de los presos políticos en la isla.

La cuestión de los derechos humanos caldea la cumbre como pocas veces. El más nutrido grupo de ex presidentes de la región y de España que se haya visto en el pasado reciente firmó ayer un documento para clamar por esa situación, especialmente, en Venezuela, y pidió por la liberación de dirigentes opositores.

Veintiséis ex jefes de Estado y de gobierno advirtieron así sobre la "severa crisis democrática" en el país del presidente Nicolás Maduro y urgieron a la adopción de medidas que garanticen el desarrollo de elecciones y de la práctica republicana.

Entre los firmantes se encontraban los españoles José María Aznar y Felipe González, quienes en el pasado protagonizaron sonados desencuentros. "Posiblemente sea la única vez que hayan firmado un documento de este tipo juntos", ironizó el colombiano Andrés Pastrana.

Ayer por la tarde, varios plenarios paralelos a la cumbre...

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