La nulidad de la amnistía, en riesgo

MONTEVIDEO.- El proyecto para anular la ley de caducidad, que garantiza la amnistía a militares y policías involucrados en la represión durante la dictadura en Uruguay (1973-1985), podría quedar en la nada porque en la izquierda uruguaya se suman voces que advierten que aprobarlo sería inconveniente.El proyecto, aprobado el martes en el Senado, es una especie de anulación retroactiva de la ley que en 1986 clausuró juicios contra militares. Más allá de esa norma, hoy están en prisión los dos dictadores de aquellos años, Gregorio Alvarez y Juan María Bordaberry, y varios militares y policías que fueron símbolo de la tortura y la represión.Los argumentos en contra del proyecto que ganan peso en la izquierda uruguaya son de tres tipos: que implica desconocer dos pronunciamientos populares (el referéndum de 1989 y el plebiscito de 2009), que no tendrá efectos prácticos porque casi todos los expertos advierten que el texto es violatorio de la Constitución y que derrumbará cualquier posibilidad de obtener datos de desaparecidos porque será como una "mordaza" para los que tienen información y pueden aportarla a la búsqueda de restos humanos.Las opiniones están divididas en la interna del oficialista Frente Amplio. Mientras tanto, la oposición saca rédito al acusar a la izquierda de convocar consultas populares y de no respetar el resultado de las urnas.Por esa razón, uno de los principales senadores del oficialismo, el tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro, anunció su renuncia a la banca poco después del voto del martes.En el Senado, otro legislador pidió licencia para no acompañar el texto y permitir que lo hiciera su suplente, mientras que otro legislador votó en contra del proyecto y se expone a una expulsión de las filas oficialistas.Pese a eso, el Frente Amplio hizo valer su mayoría y votó el proyecto, que pasó a Diputados, donde será tratado en mayo.En la Cámara baja, donde la mayoría oficialista es más ajustada -el partido del presidente José Mujica cuenta con 50 de 99 escaños- hay varios legisladores contrarios al proyecto, y aunque están obligados a votar por mandato de la dirección partidaria, se disponen a dar la batalla interna para rediscutir el texto e incluso reconsiderar su aprobación.Mandato políticoLa senadora y primera dama, Lucía Topolansky, se vio obligada ayer a recordar que hay un mandato político para votar y que no se puede reabrir el debate. Pero algunos diputados insisten en que plantearán el problema que representa para la izquierda...