Miguel Novillo Astrada: 'Javo tenía una luz muy especial y nos va a estar ayudando desde arriba'

Siempre se escucha aquello de "la vida continúa" como una suerte de estímulo para no dejarse arrastrar por los recuerdos y mirar hacia adelante. Ocurre que la vara para medir el impacto sufrido no es universal; no es lo mismo una mala decisión que un imponderable. Y muy distinto a todo es el dolor del alma. Con sus variables, claro: no todos esos dolores son iguales.Los Novillo Astrada son una familia muy especial. Tienen una formación que los fue forjando como personas. Lo mostraron siempre en cada cancha de polo que pisaron, pero también afuera. Gente educada, respetuosa. Creyente. Y dentro de esos matices, uno de ellos fue distinto a todos: Javier. Hijo de Eduardo y de Verónica; hermano de Eduardo, Miguel, Ignacio, Alejandro y Verónica. Una luz, casado con Delfina y con cuatro hijos (Manuel, Simón, Nina y Clara), que partió demasiado pronto. Fue hace poco más de dos meses, a los 38 años, luego de una batalla desigual con tumores que le doblegaron el físico, pero jamás el alma. Su espiritualidad, sus mensajes, sus respuestas, como diría Bob Dylan, están flotando en el viento.Son tiempos duros para la familia. Y lo serán también los que vendrán. Hace unos días llamamos a uno de los hermanos para hablar sobre Javo. Recordarlo. Y la charla con Miguel, que por estos días está jugando en Estados Unidos, tuvo muchos matices. Describiendo, desde adentro, todo lo que se veía de Javier desde afuera?"Es un momento muy difícil -cuenta Miguel, de 40-, son muchos años, no sólo haber nacido con él, vivido muchas cosas juntos y haber construido lo que es La Aguada. Javo era una parte muy importante de todo esto. Estamos tratando de acomodarnos, anímica y afectivamente. Y en lo deportivo, va a ser muy difícil encarar el año. Siempre pienso en eso, en cómo será la temporada sin Javo. Fue un proceso de cinco años. De alguna forma estábamos un poco más preparados y él también nos preparó. Tuvimos la oportunidad de ir hablando muchas cosas, ir despidiéndonos."Me llamaba la atención la fortaleza que emanaba de sus palabras, sus convicciones.Eso fue lo que más nos ayudó a todos: el hecho de que no bajara los brazos. Ése fue su mensaje. Siempre lo vivió con una altura y una entereza increíbles. Nos dejó un ejemplo muy fuerte. Es una motivación muy grande continuar su ejemplo, acompañar a sus hijos. La onda que transmitía? Javo tenía una luz muy especial.-Era manso, de hablar poco, y sin embargo, todos los que lo trataron mencionan eso, lo que transmitía. ¿Cómo lo sentías vos...

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