La novedosa manera de caminar por la ciudad, que cada día suma más adeptos

Caminata guiada por La Boca hacia la Bombonera, una de alternativas que ofreció el Festival de Caminatas Literario

Conectar. Conocer. Caminar. Las tres C atraviesan las caminatas urbanas, una actividad que cada vez crece más en Buenos Aires. Recorrer los barrios porteños y levantar la mirada más allá del metro sesenta es la propuesta que, desde distintas iniciativas públicas y privadas , convoca a vecinos, propios y extraños. Los circuitos guiados por arquitectos, historiadores y urbanistas mapean la ciudad a partir de ejes temáticos. Buenos Aires veggie, literaria o religiosa. La París de Sudamérica y la ruta de la vivienda social, las joyitas ocultas de Belgrano y hasta un tour por las locaciones donde se filmó Esperando la carroza , la película de culto con epicentro en Versalles.

El entramado se dispone como un territorio para explorar con los cinco sentidos, activar el cuerpo y entregarse a las señales que sobrevuelan las alturas para descubrir atajos en zonas desconocidas.

Además de conocer el lado B de esas esquinas a las que nunca les prestamos atención , los itinerarios funcionan como plataformas de intercambio entre los participantes, son accesibles y sustentables. "Camino porque puedo, porque estuve encerrada mucho tiempo. Y porque conozco gente interesante", dispara Diana, docente e investigadora, durante el Festival de Caminatas Literario (@festivaldecaminatas) impulsado por Urbanismo Vivo, una ONG integrada por arquitectos y urbanistas que busca la conexión entre la ciudadanía y el lugar donde habita, promoviendo una ciudad más amable, activa y humanizada. En noviembre organizaron el festival en 35 barrios porteños, donde más de 1500 caminantes siguieron las pautas que escribieron y grabaron 40 autores. En Villa Crespo, rumbo al Parque Centenario, la docente compartió uno de estos relatos que se escuchaban desde los celulares, través de auriculares. Guionado por Carolina Unrein, autora de Fatal, una crónica trans (Editorial Planeta) "Sin entender nada" fue el texto que requería parar, mirar, comparar, formularse preguntas. Y después, responder las preguntas de los demás. Una actividad participativa que permitió deambular por el barrio bajando un cambio, desde un lugar más introspectivo. "Sabete parte de esta ciudad. Mirate con empatía y mirá a los otros con preguntas", fue uno de los pasajes de Unrein que brotó desde los celulares.

Caminatas por el barrio de La Boca organizadas por Urbanismo Vivo

Mapear la ciudad literaria...