Del Noroeste a la voz de Chiapas

Sixto Palavecino decía que "violinisto" era el que tocaba el violín para alegría y felicidad del pueblo. A partir de esa idea, Rolando Goldman decidió titular Charanguisto a su nuevo disco.Charanguista (o charanguisto) desde los 12 años, porteño hincha de Estudiantes de La Plata y adorador de las ideas libertarias, Rolando es capaz de combinar armoniosamente todo eso en su labor artística. Lleva 18 años de trabajo en dúo con el guitarrista Raúl Malosetti, con quien tiene tres álbumes publicados; y después de muchos años, acaba de editar un nuevo disco solista. Además, es el responsable, junto a Julián Troksberg, de la película Simón, hijo del pueblo, que indaga en la vida del anarquista Simón Radowitzky, y ahora piensa en otro largometraje, dedicado al fútbol. Mientras tanto, sigue tocando el charango, a veces con organismos sinfónicos o con la Orquesta Argentina de Charangos; otras, con su grupo. En el concierto de hoy, seguirá presentando su flamante disco con invitados.Charanguisto es un álbum doble pensado como los viejos long plays de dos caras. El lado A -cuenta Rolando- es el más "popular". Y también habría que agregar que es el más americano, porque marca, con un finísimo trazo, una ruta panamericana magníficamente conectada por Goldman y por los músicos que lo acompaña.El lado B es una serie de músicas con quinteto de cuerdas. Después de haber tocado obras -en algunos casos las estrenó- para charango y orquesta, Juan Quintero le sugirió trabajar con un quinteto de arcos. Así -con el charango de Rolando y los arreglos de Juan- surgió una suite con temas más o menos conocidos del repertorio folklórico argentino.Charanguisto terminó siendo una buena descripción de Goldman, un músico que ha ido en busca de la esencia del instrumento y que también la ha rescatado para desarrollarla en otros ámbitos (como sus clases de conservatorio o su libro de método de charango)."Creo que este disco tiene que ver con eso, pero también con el camino que toma el charango de una manera más general. Sigue teniendo una impronta vinculada...