Le nombran a Messi y se enfurece

Ni siquiera cuando Lionel Messi está de vacaciones, lejos de la pelota, Cristiano Ronaldo se libra de la larga sombra que proyecta el rosarino. El portugués procesa con un fastidio creciente las continuas comparaciones, muchas salpicadas con un tono burlón, que lo ubican por debajo de Leo. Le enfurece que cada uno de sus desaciertos sea contrastado con algunas genialidades de Messi. Ambos monopolizaron en los últimos años la competencia por ser el mejor del mundo, distinción que acaparó el delantero de Barcelona con tres Balones de Oro consecutivos. La disputa volvió a abrirse en este 2012, en el que Ronaldo transmite signos de ansiedad al notar que le cuesta recortar la diferencia que le saca Messi.La Eurocopa debería ser el escenario propicio para que el portugués refuerce su candidatura, con Messi fuera de concurso. Los dos arrastran deudas con sus seleccionados, aunque el rosarino empezó a fijar una bisagra con sus descollantes rendimientos frente a Suiza, Ecuador y Brasil, en los que dejó siete goles y destellos que son más frecuentes con la camiseta azulgrana.Por el contrario, en dos partidos en el torneo europeo, Cristiano terminó con el gesto torcido, frustrado, con la mirada perdida o por el suelo. Fuera de foco, como le ocurrió cada vez que buscó el arco. Después del debut con derrota ante Alemania, Portugal venció ayer con angustia a Dinamarca. El 3 a 2 no sólo estuvo lejos de llevar la firma del capitán, sino que por poco no quedó como el responsable de un resultado más perjudicial, que hubiera puesto al equipo luso al borde de la eliminación.Cristiano tuvo dos veces en sus pies la posibilidad de asegurar la victoria. Al comienzo del segundo tiempo, cuando el partido estaba 2 a 1, le tocó definir un contraataque con un remate cruzado que desvió el arquero Andersen. Volvió a tener otra ocasión muy clara a diez minutos del final, pero su tiró salió a más de un metro de un poste. Explosivo en cada arranque, la ansiedad parecía nublarlo en el puntazo final. Su último fallo lo exponía más porque en la jugada siguiente empató Bendtner. Al rescate de Portugal acudió un recién ingresado, Varela, que pifió un primer remate y acertó el segundo para el 3-2. Una suerte que estuvo vedada para CR.Parte del público, en vez de apiadarse de las desventuras de Ronaldo, lo provocó con un cántico que ya oyó en canchas españolas y que para él, por repetido, es toda una afrenta: "¡Messi, Messi!". La prensa también lo irrita cada vez que lo interpela para cotejarlo...

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