No pudo llegar a su primer día de trabajo

Santiago Ponce tomó una decisión importante. No fue nada fácil, pero dejó atrás su vida en Córdoba para emprender un nuevo puesto laboral en Río Grande. Apenas arribara a la ciudad fueguina, tras la escala obligada en Buenos Aires, acompañado de su novia, Patricia Paz, tendría que presentarse en el trabajo. Pero tantos preparativos y emoción quedaron varados, como ellos, en el aeroparque metropolitano."¡Mirá la carta de presentación que tiene por culpa ajena!", se quejaba su pareja, de 25 años. De los dos, era quien más exigía respuestas ante los oficinistas de Aerolíneas Argentinas. El desorden y bullicio tapaban sus gritos desesperados. Hasta que no resistió más y comenzó a llorar. "¡Quiero una solución!", sollozaba.Santiago intentaba calmarla: "Tranquila, dame los bolsos así después llamo a mamá". Pero el joven no podía dejar de pensar que su primer día laboral en un nuevo lugar para él había comenzado de la peor manera.El repetitivo aviso que anunciaba "vuelos demorados por la caída general del sistema operativo" se convirtió en una pesadilla para Santiago y su novia. La confirmación de que...