No pudieron y cedieron un valioso terreno

MADRID (Especial).– Hay veces que no se puede. Por más que se busca, no se puede. Se lucha, se intenta, se persigue: no se puede. Fue la misma e inexplicable sensación de vacío. Barcelona, pese al empeño de Lionel Messi y las decisiones de Gerardo Martino, y Atlético de Madrid, con el empuje y los gritos de Diego Simeone, dejaron pasar la oportunidad para quedarse solos en la cima. Primero, los catalanes lamentaron el 1-1 con Levante. Más tarde, los colchoneros se mordieron los labios por el mismo resultado frente a Sevilla. Pero, acaso, la rabia mayor haya sido que el que se frotó las manos fue Real Madrid, el tercero en discordia, justo el que ninguno quería ver: ahora, el conjunto merengue, que anteayer goleó 5-0 a Betis, quedó apenas a un punto de los que no lograron despegarse.Lo bueno para los ojos argentinos será que Messi jugó el partido completo y que, poco a poco, empieza a olvidarse del desgarro en el bíceps femoral izquierdo. Javier Mascherano también fue titular en el Barça. Levante se puso en ventaja con una aparición del griego Vyntra, de cabeza, la misma vía por la que empató Piqué. El arquero Navas se impuso en la situación más clara que tuvo Messi: un mano a mano tras un taco de Fábregas. El N° 10 estuvo mucho más movedizo en la segunda parte, ya que en la primera no entró tanto en juego.Lo único que los diferenció fue el desarrollo de los partidos. Todo pareció que se encarrilaba temprano para Atlético, que se puso en ventaja con el oportunismo de Villa, que aprovechó una floja salida del arquero Beto. Empató Rakitic, tras un infantil penal de Juanfrán. Sevilla alineó a Federico Fazio, quien tuvo un duelo aparte, incluso con puñetazos, con Diego Costa, y a Nicolás Pareja, reemplazado en el entretiempo. Cuando faltaban un par de minutos, Simeone incluyó a José Sosa.Lo cierto es que serán horas de análisis para ambos entrenadores. Sobre todo para Martino, con quien la prensa local suele...