'No': cómo se gestó la campaña que logró derrumbar al régimen de Pinochet con apenas 15 minutos diarios en la TV

Gael García Bernal, en el papel del publicista René Saavedra, en una imagen de la película No

Augusto Pinochet no podía perder. El general que manejaba los destinos de Chile convocaba a un plebiscito para ver si se iba o se quedaba. El triunfo debía confirmarlo en la presidencia ocho años más, con el valor agregado de la legitimidad de los votos, blanqueando su origen espurio de militar golpista. En un solo día, se sacaría el uniforme de tirano y se pondría el traje de estadista.

No podía perder… pero perdió. La historia de cómo un hombre que tenía la suma del poder en sus manos, y que llevaba 15 años de control absoluto de la sociedad y las instituciones del país , fue derrotado de manera categórica en las urnas, quedará en la memoria colectiva chilena como el episodio germinal de la transición democrática.

Sucedió el 5 de octubre de 1988. Pinochet había tomado el poder con el golpe del 11 de septiembre de 1973 que derribó al gobierno civil de Salvador Allende. Bien entrada la década del 80, sin embargo, la moda en el mundo ya no era la dictadura, sino la democracia. Pronto caerían también el Muro de Berlín y las dictaduras comunistas de Europa del Este.

Festejos tras la victoria del No en el plebiscito de 1988

Entre la presión internacional y el activismo disidente, Pinochet se vio encerrado y accedió al plebiscito. De paso, si ganaba, cambiaría su estatus y dejaría de ser el paria en que se había convertido, salvando la ropa en medio de la caída en dominó de los regímenes militares que poblaban la región solo unos años antes.

El realizador chileno Pablo Larraín retrató ese momento, y reflejó el clima de dramático suspenso que rodeó la recta final de la campaña y la jornada del plebiscito, en su ópera prima, la película con el brevísimo nombre de No , una excelente producción de Sony estrenada en 2012 y merecida candidata al Oscar al mejor film extranjero.

Disponible en Netflix, que el año pasado la subió a su plataforma a propósito de la corriente de cambio en Chile desde las protestas de 2019, la película recrea cómo se gestó, creció y triunfó una de las campañas más frescas y originales de la historia reciente.

"Personal y generacionalmente el plebiscito de 1988 es, hasta ahora, el principal hito político que hemos vivido en nuestra vida, pues implicó derrotar a la dictadura y al dictador, y por una vía pacífica, como es el voto popular. Fue también nuestro estreno como ciudadanos, con derecho a voto y una institucionalidad electoral...

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