Nito Mestre y su viaje por el camino del folk

Vuelvo a escuchar los primeros dos minutos del último disco de Beck, Morning Phase, editado en 2014. Lo detengo. Ahora escucho "Canto dorado", tema grabado por Nito Mestre y León Gieco en 1981. ¡Magia! "Ponelos juntos y vas a ver", me había dicho Mestre media hora antes. "Tiene la misma forma de tocar la guitarra, el mismo reverb, el loop del inicio, la misma característica. No digo que Beck nos haya escuchado o plagiado, pero la canción es igual y eso quiere decir que no estoy tan equivocado con lo que hago, ¿no?"

Esta noche, en el teatro ND/Ateneo, Mestre presentará su más reciente álbum, Trip de agosto, que continúa la tradición folk-rock que ha marcado su carrera desde los ya lejanos inicios junto a Charly García en Sui Géneris. "A mí, siempre me gustó el folk-rock y, como viajo mucho a los Estados Unidos, tengo bastante contacto con músicos de allá, que por ahí antes hacían folk-country y ahora le agregan más rock a la historia. Lo bueno de toda esta movida que hay con el folk-rock es que se vuelve a ese formato de canción simple, que se puede tocar con una guitarra y nada más", asegura, entusiasmado, aunque confiesa que más que por la escena folk-rock actual, Trip de agosto está influenciado por el documental Sound City, que dirigió Dave Grohl y que recorre la historia de un legendario estudio de grabación norteamericano.

"Me encantó e inmediatamente me hizo acordar a los estudios ION. Sobre todo cuando en una parte cuentan que hasta la alfombra estaba manchada con cerveza de Fleetwood Mac. Enseguida se me vino a la mente la alfombra de ION, que hace siglos que no la cambian. Encima después aparece Paul McCartney, y pregunta: «¿Cómo vamos a grabar esto?» «Todos tocando en vivo», le dicen. «Ah, bueno, entonces sí». Ahí me convencí de que el próximo disco lo tenía que grabar en ION y con los músicos tocando en vivo en el estudio. Eso me dio la pauta de grabarlo de forma análoga, tratando de lograr el equilibrio entre lo análogo y lo digital. Algo que, en realidad, me gustaría aplicar a la vida, porque lo digital me parece fantástico, pero a la vida análoga hay que defenderla."

-Después de tantos años y tantos discos grabados, ¿por dónde pasa hoy el desafío de hacer un disco?

-El gusto personal de grabar un álbum es innegable. A mí me vuelve joven, me demuestra que sirvo, que estoy en actividad, que puedo componer, que artísticamente estoy produciendo y que lo hago mejor, que la maduración no vino sola. ¿El desafío? Hacer cosas distintas...