El niño al que no le enseñan

Cuando uno sube a un colectivo en la Capital y advierte que otros pasajeros tiran sus desechos dentro del transporte público, como si allí hubiera, en realidad, un cesto de basura, una sensación de indignación se apodera de quienes observan este comportamiento. "¿Por qué no lo levanta?", se preguntó un hombre que viajaba ayer por la tarde en la línea 29 hacia Olivos. Este pasajero observó cómo una mujer que iba sentada delante de él abrió un jugo de naranja y se lo dio a su pequeño hijo. El niño tomó la bebida y cuando ya no quiso más arrojó el envase de cartón en el pasillo. La madre, que posiblemente haya visto esta acción, nada hizo. O prefirió apostar a que otro tomaría la iniciativa de levantarlo... Así, el niño se quedó sin su lección: que los ciudadanos también tienen la responsabilidad de mantener limpios los...