Los neumáticos abandonados que tardan 1000 años en desaparecer y amenazan los océanos
Los neumáticos mal gestionados o abandonados en un basural pueden tardar 1000 años en desaparecer
Los neumáticos son uno de los contaminantes plásticos más frecuentes en el planeta y una de las fuentes de contaminación más importantes de los océanos y ríos. Mal gestionados o abandonados en un basural pueden tardar 1000 años en desaparecer.
El abandono de los neumáticos fuera de uso (NFU) en el medio natural terrestre, costero o marino, unido a la propia abrasión de los neumáticos procedente de la conducción de los vehículos, generan desprendimientos de pequeñas partículas o polímeros de plástico. Estos son arrastrados por el aire y el agua y contribuyen a la microbasura que se deposita en los ríos y mares, con los consiguientes impactos negativos sobre el medio marino y sobre la salud humana.
Cada año en Europa alrededor de 300 millones de neumáticos quedan fuera de uso. Además, se generan en las carreteras europeas alrededor de 1,3 millones de toneladas de partículas por el desgaste de los neumáticos en uso. Aproximadamente la mitad de esta cantidad es caucho natural y sintético, lo que lo convierte en una fuente potencial de liberación de material polimérico sintético al medio ambiente.
Cada año en Europa alrededor de 300 millones de neumáticos quedan fuera de uso
Una fuente de microplásticos
Considerando que las partículas pueden viajar al menos 50 metros desde la carretera, la contaminación derivada de los neumáticos podría estar afectando aproximadamente a 100 millones de m² de ríos y 58 millones de m² de aguas estuarinas o costeras de Reino Unido .
Aunque el 60 % de los neumáticos se componga de caucho, también contienen fibras textiles de nailon o acero mezcladas de manera indisoluble con la goma y aditivos tóxicos como el azufre y el carbón negro . Las especies marinas y sus hábitats se ven gravemente perjudicados debido al desprendimiento continuo de dichos tóxicos. Destruyen la vida marina e impiden actividades humanas vitales como la pesca, y otras deportivas y de esparcimiento como el buceo.
Sin embargo, a pesar de las dimensiones del problema, hay pocas iniciativas públicas o privadas que se encarguen de la retirada de estos residuos. Además, una vez retirados, surge el problema de qué hacer con ellos, cómo reciclarlos o reutilizarlos, es decir, cómo reintegrarlos en el sistema para reducir su impacto medioambiental y darles una segunda vida útil.
El proyecto NeumaticOut
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