Negocian con el Fondo mientras crece Cristina

Jaime Durán Barba tiene la virtud de convencer sobre cosas que son obvias. Por ejemplo, que la economía influye en cualquier elección. Hay gobiernos en el mundo que han hecho desastres en lo político, en lo institucional o hasta en lo moral (¿ ?) y, sin embargo, ganaron elecciones. Y hay gobiernos que han sido honestos y democráticos en el origen y en el ejercicio, pero perdieron elecciones porque la economía, ya sea por culpas propias o ajenas, andaba mal. Venía sucediendo que la administración de Mauricio Macri se disponía a ganar la reelección sin retocar el duro programa del . Un conocido dirigente peronista vio hace poco al Presidente y se lo dijo en la cara: "Abrí la mano. Ningún gobierno gana una elección si no reparte un poco de plata antes". Macri reaccionó como si hubiera escuchado al viejo populismo o a la antigua política. Hasta que apareció Durán Barba con los resultados de sus infalibles focus groups: aquel peronista tenía razón.En estas horas, Nicolás Dujovne está negociando en Washington cierta flexibilización en el programa con el Fondo. Si el organismo la aceptara, los cambios podrían incluirse en los anuncios que Macri hará el miércoles. Lo único valioso que el Gobierno podría anunciar, además, es un acuerdo de precios que le ponga cierto freno a la inflación y una restitución módica del crédito.Siempre es preferible algo de poco que mucho de nada. Tales noticias económicas no vulnerarán nunca los acuerdos fundamentales con Christine Lagarde. El propio Presidente suele decir que el Fondo es el único socio que le quedó cuando entre Trump y Cristina Kirchner le espantaron a todos los inversionistas. No solo los socios de Macri en Cambiemos (el radicalismo y la Coalición Cívica), sino dirigentes del propio Pro estaban inquietos por la evolución del malhumor social por la economía. Malhumor que se había instalado en la base electoral misma del macrismo.El momento es contradictorio. Es la peor etapa de Macri en las mediciones de opinión pública, justo en el mismo momento en que, según todos los economistas serios, la recesión tocó fondo y empezó una reactivación, imperceptible aún. Una de las encuestadoras más serias detectó en marzo que Cristina Kirchner había superado al Presidente en imagen y en intención de voto. No por mucho, pero ella estaba arriba por primera vez. En el ballottage eventual estaban empatados. Las dos encuestadoras creíbles que miden mensualmente (Poliarquía e Isonomía) no terminaron todavía su trabajo de...

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