El necesario respeto a un emprendedor

Alfredo Coto ayudaba a su padre, Joaquín, en la carnicería. En la antesala de su actual oficina cuelga una fotografía que muestra al niño y a su progenitor, ambos con delantal, en un puesto de la feria municipal de Retiro. Fueron años de sacrificio y aprendizaje en un país que no regalaba nada a un comerciante que debía enfrentar recurrentes congelamientos de precios y que, a su vez, debía adquirir el producto en mercados no regulados. Había frecuentes cortes de energía sin previo aviso y debía darse satisfacción a los clientes del barrio cuidando al máximo la calidad y el estado de la carne. La clave del negocio era comprar carne de la mejor calidad al menor precio posible. Así se formó Coto, que no solo apreció el rigor y la disciplina, sino que además comprendió cómo desarrollar con eficiencia la producción de carne y su comercialización. Ya casado con Gloria, quien fue y sigue siendo su compañera en la vida y en los negocios, fundaron en 1970 la sociedad Coto Cicsa para aplicarse a la comercialización directa de carne del productor al consumidor. La ventaja frente a sus competidores se basaba en que compraba animales en pie, los faenaba en su propio frigorífico y distribuía y vendía la carne en locales propios. El número de estos fue creciendo sin que el matrimonio Coto dejara de atender el día a día.En la década del 80 emerge la modalidad del supermercadismo, desafiando la actividad de las carnicerías. La necesidad de cambiar para sobrevivir llevó a Alfredo Coto a instalar en 1987 su primer supermercado en Mar de Ajó. Con un manejo eficiente y muy cercano a su personal, compitió con cadenas de mayor tamaño, algunas de ellas internacionales. Superó la crisis hiperinflacionaria que incluyó saqueos de supermercados. Desde entonces, y cada vez que estos episodios se han repetido, Coto les ha dicho a sus empleados que deben ser ellos los primeros en defender las fuentes de trabajo. No obstante, en épocas críticas, la cadena ha contribuido con alimentos a familias carenciadas, y mantiene 18 campañas de bien público.Los locales de Coto se fueron multiplicando y alcanzan actualmente a 36 hipermercados, 81 supermercados y 8 minimercados. Opera, además, tres frigoríficos y una planta avícola desde los cuales exporta al resto del mundo. En todo este conjunto trabajan algo más de 18.000 empleados. Más de una vez, su dueño recibió ofertas de compra que le hubieran permitido vivir mucho más cómodamente el resto de su vida. Pero su vocación por el...

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