La nave artística intacta a los 69

Hay un capricho, un poco alimentado por él mismo, de analizar la obra del Indio Solari desde el lugar que tiene o debería ocupar en la siempre veleidosa galería de íconos populares de la argentinidad. Y no está mal tratándose de una figura hermética y prolífica; controvertida y que genera grietas entre sus acólitos y detractores de todo tipo.Pero mucho más interesante, y a veces menos transitado, es intentar comprender cómo funcionan las terminales nerviosas artísticas del hombre detrás del mito. A los 69 años, con una enfermedad grave que lo aqueja, según él mismo anunció, un nuevo disco del Indio ya es un hecho artístico de envergadura. Podría haberse dormido en los laureles y, sin embargo, decidió encarar la artesanía de la música que en su caso además no posee leyes o fórmulas determinadas por un subgénero dentro del pulso generoso y amplio del rock. El Indio es un subgénero en sí mismo, casi irrepetible.En ese océano tan vasto de melodías, notas y ritmos, el músico sale a navegar en su barco como cualquier otra persona. Y por más legendaria, mitológica y reconocida que fuera su nave, hay que admitir que tiene sus limitaciones técnicas y un capitán, él, que debe decidir el destino en soledad con la ayuda de sus marineros.La aventura no es fácil para nadie, incluso tampoco para el Indio. Naufragar no es una opción dado el calado de la embarcación, pero completar el viaje con éxito (al menos para las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR