Narcotráfico, ¿el año de la toma de conciencia?

El año que llega a su fin vio sucederse dos hechos inéditos entre nosotros que es de esperar que hayan marcado sendos puntos de inflexión en lo que hace a la percepción del narcotráfico y su constante e inaudito incremento en nuestro país. Paradójicamente, ambos hechos permitieron que, por fin, buena parte de la sociedad tomara conciencia de ese avance arrollador que ha comenzado a infiltrar nuestras instituciones. En cambio, el Gobierno y los funcionarios que deberían combatirlo a fondo y con seriedad, no lo hacen y, mientras tanto, crecen las bandas de narcos.El primero de los hechos decisivos fue el atentado a balazos que, en octubre pasado, sufrieron en su domicilio el gobernador de Santa Fe, el socialista Antonio Bonfatti, y su familia, al que luego se sumó una amenaza al mandatario enviada mediante un mensaje de texto al celular de la jueza que investigaba el ataque.Ya hay policías detenidos en forma preventiva por ese hecho que se atribuye, precisamente, a policías santafecinos vinculados con narcotraficantes. En 2012, el comisario Hugo Tognoli tuvo que renunciar como jefe de la policía de la provincia tras resultar acusado de presunta participación en el tráfico de drogas. Anteriormente, Tognoli se había desempeñado al frente de la División Drogas Peligrosas, de la Policía de Santa Fe. El gobernador no fue el único amenazado tras avanzar en la limpieza policial. También lo estaban el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto; el secretario de Seguridad Pública, Matías Drivet, y el jefe y subjefe de la policía, Omar Odriozola y Raúl Ardiles, respectivamente.Lo ocurrido en Santa Fe mostró hasta dónde llegaba el poder y la osadía de los narcotraficantes. También la cúpula de la policía de Córdoba resultó infiltrada por los narcos y el gobernador se vio obligado a llevar a cabo una limpieza en la fuerza.El otro hecho decisivo no puede escindirse de los sucedido a Bonfatti. Se trata del duro documento en el que la Iglesia argentina denunció el mes pasado el avance del narcotráfico y la complicidad del Estado. Así, la Iglesia tuvo que ocuparse de lo que es responsabilidad del Gobierno. No se trató sólo de un documento, porque los obispos convocaron a dirigentes políticos a firmar un compromiso para establecer políticas públicas para prevenir el consumo de drogas y combatir el narcotráfico.La respuesta del Gobierno fue una chicana política. Puesto que la Iglesia y su iniciativa apuntaban a incentivar una masiva toma de conciencia, la Presidenta acaba de elegir...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR