Napoleón regresa de la mano de Beethoven

Anthony Burgess ganó notoriedad internacional en 1962, cuando Stanley Kubrick filmó su novela La naranja mecánica. "Polimorfo y perverso renacentista", según la descripción de Rodrigo Fresán, fue novelista, cuentista, ensayista, articulista y compositor, además de un lingüista refinado. Uno de los proyectos inconclusos de Kubrick fue llevar al cine la vida de Napoleón. Burgess, en cambio, publicó en 1974 su Sinfonía napoleónica, que algo les debe, anota Fresán, a los Monthy Python y a Thomas Pynchon. Acaba de ser reeditada en España.

La curiosidad de este fresco de la corte napoleónica, tan desmesurado como su personaje, hiperrealista y algo brutal, hasta llegar a la escatología, de una...