Naftas: precios en el eje del debate

está preso y la noticia sobre el futuro del ex ministro tuvo protagonismo en las crónicas de los últimos días. Ahora, cuando repose en su celda, probablemente pueda repasar alguna de las tareas que le quedaron pendientes. Hasta que empezó la semana que hoy termina, el diputado porteño y ex presidente de la Comisión de Energía de Diputados tenía en sus manos un proyecto de ley sobre un tema que impacta en uno de los precios más sensibles de la Argentina. En su escritorio estaba la iniciativa para sancionar la ley de comercialización de combustibles, una norma que esperaba ser tratada en la comisión que tenía como presidente al ex titular del extinto Ministerio de Planificación Federal.

Todo quedó en suspenso en estos días en que sus compañeros de trabajo recibieron una orden judicial en la que se les requería quitarle a De Vido los fueros y, finalmente, se los sacaron. Mientras tanto, los combustibles no necesitaron ley para subir alrededor de 10 por ciento. Detrás de los surtidores, la discusión sobre el sistema de comercialización es silenciosa pero constante. Poco se conoce de lo que podría ser un sistema rector en este producto vital para los precios de la economía.

Pero más allá de la iniciativa, que el propio impulsor, el Frente Renovador, que conduce Sergio Massa, espera que pierda estado parlamentario, la necesidad de encontrar algún tipo de resorte que amortigüe el precio del combustible cuando suba o baje abruptamente el precio del petróleo, está en la agenda del Gobierno.

La historia reciente del asunto empezó cuando el ministro de Energía, , hizo efectivo un pacto con las petroleras. A fines de septiembre, el funcionario dio por terminado el Acuerdo para la Transición a Precios Internacionales de la Industria Hidrocarburífera, que contemplaba un valor sostén para mantener la actividad dedicada a la búsqueda y producción de crudo. Ese precio sostén se mantenía por arriba del precio internacional desde 2014. Entonces, el gobierno de resolvió mantener el precio del barril en el mercado local por encima de lo que se pagaba en el mundo. La diferencia, una suerte de subsidio a las petroleras, se pagaba con el aporte que hacía cada uno de los que cargaban nafta en una estación de servicio, ya que compraban el producto elaborado con una materia prima que era más cara que en otras partes del mundo.

El Gobierno decidió mantener aquel beneficio hasta que los precios se equipararan. Eso sucedió en septiembre y el precio se liberó. Horas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR