Nadal: el efervescente efecto de una visita fuera de lo común

Cuando Rafael Nadal visitó la ciudad de Buenos Aires en febrero de 2005, apenas tenía 18 años. Era el 48° jugador del ranking mundial y, si bien ya había ganado su primer trofeo de ATP –Sopot, en agosto de 2004, venciendo a José Acasuso en la definición– y aportado un valioso punto en el 3-2 de España frente a EE.UU. en la final de la Copa Davis en Sevilla –superó a Andy Roddick–, aún no era leyenda. Sí lucía síntomas de que algo grande gestaba en esos latigazos de zurda.

Es más: poco después de despedirse en los cuartos de final del, por entonces, ATP Buenos Aires frente a Gastón Gaudio por un curioso 0-6, 6-0 y 6-1, el mallorquín ganaría el primero de sus nueve títulos de Roland Garros. Con el tiempo, Rafa no dejó de hacer ruido, conformó junto con Roger Federer una de las rivalidades más trascendentes de la historia del deporte y se transformó en el mejor tenista sobre superficies lentas. Por todo ello, su regreso a Buenos Aires, en las próximas horas, para disputar el Argentina Open enciende una expectativa fenomenal, estimula un efecto renovador en un torneo que en las últimas temporadas luchó ante las dificultades económicas del país y la exigente competencia que presenta el circuito.

"Con Rafa es otro torneo, es todo diferente. La expectativa es distinta. Además, para todos los que trabajamos en el torneo, es un cosquilleo diferente; ya lo estamos sintiendo. Con lo que pasó el año pasado, que a pocos días del arranque no pudo venir a jugar por un virus, tenemos muchas más ganas de que se convierta en realidad. Rafa fue muy claro con la organización, se acordó de lo que había pasado en 2014 y cumplirá con lo que nos dijo. Es verdad que ayudó que España perdiera la categoría en la Copa Davis y no tuviera ese compromisos después de nuestro ATP, pero sus ganas de venir fueron fundamentales". Quien celebra el arribo del ganador de 14 Grand Slams es Martín Jaite, director del Argentina Open, que comenzará el lunes, aunque mañana y pasado se disputará la clasificación.

La presencia del Matador, de 28 años, obligó a cambios estructurales y organizativos. El court central del Buenos Aires Lawn Tennis Club lucirá la misma tribuna "extra" del año pasado: una tubular con capacidad para 1200 espectadores, aunque por cuestiones de seguridad se venderán 1000 entradas. El aforo total de la Catedral será de 6040 butacas. Este año se realizó una disposición distinta del área pública con el objetivo de que las canchas número 10 y 11, que antes estaban...

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