LA NACION recorrió Cruz Aike, la joya de las estancias de Báez que ahora irá a remate judicial por US$1,4 millones

Estancia Cruz Aike, una de las propiedades de Lázaro Báez en el Calafate, Santa Cruz

ESTANCIA CRUZ AIKE, Santa Cruz.- Restos de cenizas en el asador de la casa principal son la única señal de uso encontrada en el casco de la estancia favorita de Lázaro Báez. Lo demás es vacío. Habitaciones sin muebles, paredes inmaculadas y pisos sin tránsito. ¿El detalle? Un agujero en una pared, huella de quienes alguna vez buscaron tesoros escondidos en las paredes huecas. LA NACION recorrió el predio durante las horas dispuestas para su exhibición antes del remate ordenado por la Justicia.

Quincho de la Estancia Cruz Aike, Santa Cruz

La Estancia Cruz Aike se encuentra sobre la Ruta 40, a mitad de la Cuesta de Míguez, a 53 km de El Calafate. Desde aquí, Báez -y quien la compre en el próximo remate- tenía una visión majestuosa de la naciente del río Santa Cruz en el Lago Argentino . En los días claros se puede divisar el cordón montañoso del Cerro Fitz Roy y la aguja del Cerro Torre, ubicado a 200 kilómetros en línea recta. Sin embargo, Báez no la visita desde el año 2016, cuando quedó detenido y muchas de sus propiedades fueran judicializadas y clausuradas.

Esta estancia en particular era la joya del imperio que construyó Báez en torno a Austral Construcciones, a partir de los abultados contratos de obra pública en Santa Cruz cuyos detalles fueron revelados en los alegatos fiscales del juicio conocido como Vialidad . Pero además, fue escenario de las excavaciones que llevó adelante el fiscal Guillermo Marijuan en la búsqueda de supuestos tesoros enterrados en containers a unos kilómetros del casco principal. Los tesoros no se encontraron, pero lo que quedan son vestigios de saqueos.

Hueco en una de las paredes de la casa principal de la Estancia Cruz Aike, Santa Cruz

Esconder fajos de dólares en el interior de paredes huecas es una escena repetida en las series y películas sobre carteles de la droga. Algo de la ficción se coló en la historia de los Báez. En el casco principal de la estancia Cruz Aike, un hueco sobre una pared color ocre es lo primero que llama la atención en la recorrida. El agujero deja a la vista el yeso detrás del durlock.

Al hueco en la pared se suman las fajas de clausura rotas y ventanas con signos de haber sido forzadas. Vestigios que indican que se sucedieron ingresos a la casona ya cerrada, que luce vacía, sin muebles, sin nada.

La casa principal cuenta con cuatro cuartos, dos de ellos con baños en suite. Allí también se...

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