Mujeres bomberas: en seis años se duplicó el número

"¿Qué querés ser cuando seas grande? Policía, guardavidas y bombero." Ésta que antes era una respuesta estrictamente masculina hoy puede ser unisex. Porque los trabajos vinculados con la fuerza física y los cuerpos de seguridad se fueron abriendo al público femenino, porque las mujeres están dejando de ser el sexo débil y porque las políticas de género ingresaron para quedarse en el mundo laboral.

De hecho, esta respuesta pertenece a Laura Di Maggio, una guardavidas de 41 años que también es bombera voluntaria del cuartel de La Boca. Ella es uno de los tantos rostros de una tendencia que crece: en seis años se duplicó el número de mujeres que hoy integran los cuerpos de bomberos voluntarios del país.

Actualmente, más de 7000 mujeres desempeñan tareas dentro del Servicio Nacional de Bomberos Voluntarios, contra 36.000 hombres. Ellas representan el 16%, contra el 9% que eran en 2010.

"El sistema de bomberos era terriblemente machista. Siempre les pido perdón a las mujeres porque yo también lo fui. Nunca estuvo prohibido que ingresaran porque el estatuto no lo especificaba. Era un tema cultural. Hace 40 años, cuando entraba en un cuartel me chocaba cuando veía una mujer. Pensaba qué demonios tenía que hacer una mujer ahí, que cómo iba a subir a una escalera, agarrar una manguera o salvar una vida", cuenta Carlos Alberto Ferlise, actual presidente del Consejo Nacional de Bomberos.

Y agrega: "Con el tiempo vi que la mujer podía hacer lo mismo que nosotros y empecé a luchar por su lugar durante mi gestión, lo que me costó mucho, pero por suerte cada vez menos. Hubo que convencer a los oficiales de que había que hacer una inversión, porque tenés que hacer vestuarios separados y ropa adecuada".

Cuenta pendiente

Laura Di Maggio siempre quiso ser bombera. Hace dos años, casi llegando a los 40, supo que era el momento de saldar esa cuenta pendiente. "Yo no tenía a ningún familiar bombero. Sólo la vocación de servicio de querer serlo. Había escuchado que no tomaban mujeres, sino me hubiera anotado antes", cuenta desde el vestuario de mujeres del cuartel de La Boca.

Di Maggio vive en Lugano, está haciendo un curso de instructor de primeros auxilios y estudia Derecho.

"Hoy rendimos los mismos exámenes que los hombres. El machismo siempre está. En este cuartel no lo siento. Te alientan mucho a crecer. Pero en la sociedad sigue estando igual. Aunque nos vamos ganando nuestro espacio", cuenta Di Maggio.

Linterna, guantes, monjita, cuerda y lentes de...

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