La muerte se convirtió en rutina estadística

La muerte en las calles se volvió una rutina. Se roba, se dispara, se asesina. . En el conurbano, en los barrios porteños, en Rosario, en la mayoría de las ciudades atravesadas por una ola de delitos en ascenso. Ésa es la real sensación de , el temor que condiciona cada movimiento del vecino sustentado en la muerte violenta que ronda a su alrededor. El crimen , pero sí se consolidó en un que puede percibirse por más que las estadísticas sean torcidas para mostrar resultados ficticios.El gobernador bonaerense, Daniel Scioli, declaró este mes la emergencia en seguridad. Más allá de la eficacia potencial de esa decisión no puede dejar de leerse como un mensaje político. Se apunta entonces a que la situación es más grave de lo normal. Eso le indicaron las encuestas al gobernador, con cifras que gritan la desesperación de la comunidad. Pero los teóricos del "así fue siempre" son puristas de los números, leen datos duros, informes consolidados de causas, comparan tasas de muertes en el mundo, determinan que los medios exageran y que, en consecuencia, infunden pánico. Es el mundo feliz de las estadísticas. Una región nada confiable en la Argentina. ¿Pruebas? Habrá que repasar las cifras del delito en Buenos Aires.La Procuración General bonaerense difundió ayer la estadística sobre causas iniciadas en 2013. Pues bien, en ese informe oficial se indicó que fueron 59 los homicidios en ocasión de robo. Según ese documento los asesinatos en asaltos bajaron 15% desde 2009. Claro que apenas unas semanas antes la misma...