Mucha contención y trabajo en valores

Darles voz. Cambiar la forma de vincularse. En definitiva, trabajar en valores. De todas las tareas extras que hacen a lo estrictamente educativo, este es el foco que ponen desde el Colegio María de Guadalupe, en General Pacheco, provincia de Buenos Aires.

"La diferencia entre un recreo de 2012 a uno de hoy es abismal. La idea es enseñarles cómo expresar lo que sienten sin la carga de agresividad que traen desde la casa. Hay mucho abuso, maltrato y acá se trabaja con un equipo de orientación. La asistente social visita mucho las casas. Y desde el colegio trabajamos en valores con las familias y los chicos", explica María Paz Mendizabal, presidenta de la Fundación Grupo Educativo María de Guadalupe.

Sentir que ellos pueden

Toda la artillería está puesta en la contención afectiva, en que se sientan acompañados. "Eso siempre se los tenés que dar porque son seres humanos y porque no van a poder aprender si tienen otras cosas que los sobrepasen. Pero también es cierto que esta necesidad se intensifica en la pobreza porque faltan otros recursos, todo está más agravado y la contención intrafamiliar es menor", cuenta Mendizabal.

Y agrega: "Tenés que poner una mirada especial en apoyarlos, en transmitirles siempre el mensaje de que ellos pueden. Todo les dice que no van a poder en la vida en este contexto, y desde la pedagogía y los adultos que están en el colegio se les baja este mensaje de que pueden por ellos mismos. Esa es nuestra responsabilidad como educadores".

Según su percepción, las problemáticas de los alumnos vienen siendo las mismas...