Moyano pierde poder de negociación

Hugo Moyano soportó estoico las chicanas de Cristina Kirchner y de José Ignacio de Mendiguren durante la cena de festejo por el Día de la Industria . En un ambiente de sintonía gubernamental-empresarial, ambos aprovecharon para pedirle moderación en futuros reclamos. Y en su versión más disciplinada, el líder de la CGT intentó mostrarse a gusto con las bromas, mientras su poder de negociación cae, desde hace unos meses, por una pendiente.

En lo que va del año, Moyano no siempre obtuvo lo que reclamó y surgió en los últimos días una preocupación sindical, porque sus nuevas demandas sólo recibieron respuestas ambiguas de parte del Gobierno.

Las frustraciones del camionero se acumulan en el ámbito salarial y en el político. El caso más reciente fue el convenio firmado con el Gobierno y los empresarios por la suba del salario mínimo, que se cerró en un 25%, cuando el secretario general de la CGT exigía un alza del 41%. Pero hay más derrotas que se enhebran como cuentas de un collar: selló una paritaria más acorde con el pedido del Gobierno que con sus deseos; no tuvo protagonismo en el armado electoral -y apenas sumó a su hijo Facundo como candidato a diputado nacional-, y no logró aumentar los pagos que le reclama al Estado por la millonaria deuda con las obras sociales sindicales, entre otras cosas.

El debate de la semana pasada con los empresarios estuvo guiado por la tensión. Aunque no logró acordar en la cifra pretendida ni reabrir el debate para modificar el mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, la CGT se garantizó una futura charla para intentar eliminar los topes en las asignaciones familiares. Este asunto será el eje del próximo encuentro entre gremialistas, empresarios y funcionarios del Gobierno. Aún no hay una fecha para la reunión a pesar del insistente pedido al ministro de Trabajo, Carlos Tomada.

"El acuerdo no dejó conformes a todos, es cierto. Pero una negociación es buena cuando todos quedan medianamente conformes. Y pasó así", reconoció un moyanista de la primera hora que no participó del convenio firmado en el piso 18 del edificio de la cartera laboral.

"Hubiera sido fantástico meter también un cambio en el impuesto a las ganancias. Considero que lo que se firmó es bueno porque también metimos asignaciones", analizó Omar Plaini. El diputado nacional y dirigente moyanista rechazó de manera tajante un debilitamiento de su jefe. "Todo lo contrario: hay una fortaleza política porque, por primera vez, firmamos juntos...

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