Un movimiento con impacto para todos los actores

La política se sacudió el con la definitiva conformación el domingo pasado de una coalición opositora. a Pro y a la Coalición Cívica, para competir en las primarias de agosto y encaminarse hacia un gobierno de coalición, fue la primera determinación de gran calibre con miras a la elección del próximo presidente de la Nación. El Gobierno se notificó de que le estaban sacando lo único que tiene: la iniciativa política. Cristina Kirchner apareció el lunes en carteles que la promovían como candidata a gobernadora de Buenos Aires. Eso es algo improbable, pero el oficialismo sabe que nada tiene tanta repercusión pública como hablar del futuro de la Presidenta. Sergio Massa recibió la novedad con disimulado abatimiento y comenzó a imaginar otros acuerdos electorales. Ya Mauricio Macri había seducido, entre varios más, a Carlos Reutemann y al intendente de San Isidro, Gustavo Posse, influyente entre los alcaldes bonaerenses.

El papel de dos personajes en esa decisión turbadora es difícil de explicar. Tanto Elisa Carrió como Ernesto Sanz son políticos que, por razones distintas, tuvieron problemas para cautivar al electorado en las últimas elecciones. Sin embargo, fueron ellos los autores de una estrategia que terminó por dar un vuelco significativo en el proceso electoral. Carrió se fue de UNEN para buscar una alternativa real de poder y, acercándose a quien más intención de votos tiene, legitimó a Macri en la política argentina. Sanz aprovechó esa puerta abierta por su antigua correligionaria y cambió la condición de su partido: pasó de ser una organización en vías de extinción a convertirse en eventual protagonista importante de una coalición gobernante. Dicen casi todos los encuestadores que ese acuerdo potenciará la candidatura de Macri en las próximas mediciones de opinión pública.

Sanz nunca pensó en ser candidato a vicepresidente de Macri. Quien había convocado al partido para acordar con el jefe porteño no podía ser beneficiario directo de esa decisión. Así se lo dijo Sanz a Macri, personal y definitivamente, hace ya mucho tiempo. Sanz competirá por la candidatura presidencial con Macri, pero tendrá, si la perdiera, un cargo clave en el eventual gabinete del líder de Pro. ¿Ministro del Interior? ¿Jefe de Gabinete? "Todo es posible. Me es difícil estar en desacuerdo con Ernesto", suele responder Macri. Carrió es consciente de la carga explosiva que siempre tienen sus palabras. Si ella perdiera, elegiría ser embajadora en Montevideo o Madrid...

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