Montevideo, ciudad amante del teatro y la danza

De tanto forzar la vista para observar lo que sucede en la escena de Berlín, París o cualquiera de esas grandes ciudades, nos hemos puesto un poco chicatos. Acá nomás, en Montevideo, hay dos teatros públicos, el Auditorio del Sodre y el Teatro Solís, que protagonizan fenómenos culturales dignos de ser observados. De hecho, algunos indicadores de gestión de ambas salas superan en datos crudos a los de las salas públicas porteñas aunque la ciudad capital de este "paisito" tenga menos de la mitad de habitantes que los que viven en Buenos Aires.

Según la Encuesta Latinoamericana de Hábitos y Prácticas Culturales, Uruguay tiene el índice más elevado de consumo teatral de la región. Según un informe de consumo cultural editado por el Observatorio Universitario de Culturas Públicas, en 2002, el 19 por ciento de los uruguayos asistía el teatro. En 2014, se pasó al 24,3. Seguramente, mucho influyen las acciones de estas dos salas. De hecho, el Ballet Nacional del Sodre que dirige Julio Bocca no para de romper récords de públicos (se sugiere ver nota "El hacedor de milagros", publicada en esta misma sección este mismo mes). Claro que los milagros (o su sensación) está acompañado por un dato no menor: la municipalidad de Montevideo destina a Cultura el 3,8 por ciento de su presupuesto total, porcentual mayor al porteño

El Teatro Solís es la sala histórica de Montevideo. Se inauguró en 1856. Como sucedió con el Teatro Colón, en 1998 cerró sus puertas para iniciar un proceso de 6 años de renovación tecnológica y recuperación del bello edificio. Depende de la municipalidad y sus cargos directivos son elegidos por concurso. El antiguo Estudio Auditorio del Sodre abrió sus puertas en 1931. Como El Argentino de La Plata, en 1971 se incendió y de la sala no quedó nada. En 1989 comenzó la construcción del nuevo Sodre. Diez años después, se realizó la primera función. Depende del gobierno nacional.

Puertas adentro, ambas son verdaderas fábricas de producción de ópera, ballet, música sinfónica y popular, teatro y las formas más experimentales de las artes escénicas. En tren comparativo con lo que sucede en este lado del charco (ese "charco" que, de aquel lado, llaman mar) surgen datos llamativos. Por las dos salas del Auditorio del Sodre durante la temporada de 2014 pasaron 278.000 espectadores. Por las siete salas del Complejo Teatral de Buenos Aires pasaron, en el mismo lapso, 298.000. Por las dos salas del impecable Teatro Solís durante la temporada de 2014...