Monika Rinck: 'El pensamiento y el poema son un equipo intentando encestar'

"Porque los amigos son como los sentimientos/ potenciados, son como la expectativa, son/ temperaturas dialécticas, ya no distinguen/ entre dicha y desesperación." Por versos como estos, que pertenecen al poema "La défense", por versos como estos y como los que están en una decena de sus libros, Monika Rinck ganó en 2016, a los 46 años, el prestigioso premio Kleist, el mismo que también ganaron Bertolt Brecht y Herta Müller, entre muchísimos otros. Rinck podría construir una genealogía de afinidades con los ganadores anteriores. "Mencionaría a Marcel Beyer y a Ernst Jandl. De joven admiraba enormemente a Robert Musil, y todavía lo admiro. También a Max Goldt. O a Else Lasker-Schüler, pero sería presumido decir que es ella de quien me siento más cercana."

Así es Rinck, recién llegada al país para intervenir en el Festival de Rosario y antes, hoy mismo a las 19, hablar en el Goethe-Institut de Buenos Aires en una actividad del Club de Traductores, así es: no muy lírica y más bien proclive a la especulación de tipo intelectual.

-¿Cuánto influyó en su poesía el ensayo como género? Se lo pregunto porque algunos poemas parecen contener la posibilidad de un ensayo, o también, inversamente, la sustracción de un ensayo primigenio.

-Me interesa mucho el poema que linda con lo ensayístico porque parte de un interrogante cuya respuesta aún no conoce. Si todo sale bien, la respuesta llega en el momento en que uno termina el poema. Entonces el poema puede ser la respuesta.

-Hablemos de los clásicos alemanes. Entiendo que prefiere a Jean Paul antes que a Goethe. Se podría estar de acuerdo, pero, ¿cuáles son sus razones?

-De Jean Paul me atrae lo lúdico, lo exuberante, las múltiples dimensiones, su estilo brillante, su genio y, también, lo extravagante. Me interesa la idea de la...