El modelo en manos de sus profetas

http://www.lanacion.com.ar/1561535-moreno-pretende-que-los-supermercados-utilicen-una-tarjeta-de-credito-del-estadoÚltimamente, con dos adquisiciones para su oficina. La más llamativa es un cartel eléctrico luminoso que, pegado a un reloj de pared redondo, insiste: "Clarín miente". La otra es más clásica: a los retratos de Eva Perón o vírgenes de advocaciones múltiples le sumó un busto de bronce de Néstor Kirchner. Guste o no entre compañeros del Gobierno que se lamentan en voz baja por el escaso éxito de su gestión, el despacho de http://www.lanacion.com.ar/inflacion-t46867gran parte de su liturgia y, lo más importante, instala preceptos.No son más que recursos retóricos, pero, para una administración que ha hecho de la simbología casi su razón de ser, resultan decisivos. Estos rasgos, los mismos que pudieron emparentar a Hugo Chávez con uno de sus referentes, el general Perón, condicionan aquí de modo definitivo la relación de cada empresario que se acerca, casi siempre con temor, al escritorio de Moreno. No es casual que Manuel Barroso, presidente de la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) de Venezuela, sea en el Caribe lo más parecido a nuestro secretario de Comercio Interior: aquel con quien los hombres de negocios deben llevarse bien, a quien debe visitar solos y por fuera de las cámaras que los representan y, lo más importante, el hombre que autoriza las compras de dólares.Algunas filiales de multinacionales, como Nestlé, han incorporado aquí en los últimos años personal venezolano con la esperanza de entenderlo todo un poco más. El resto intenta sustituir importaciones en la materia y prepara a los propios. Tener trato frecuente con el secretario es, en cualquier compañía argentina, una ventaja interna que ubica al ejecutivo incluso por encima de sus jefes del organigrama.Moreno es a la vez caricatura y cultor de este personalismo tan exitoso en democracias regionales. Su busto de bronce de Néstor Kirchner se vuelve relevante en momentos en que persiste la sorpresa de algunos miembros del Frente para la Victoria después de que la presidenta Cristina Kirchner dijera en la Asamblea Legislativa que no habría ni reforma de la Constitución. ¿Cómo continuar el proyecto nacional y popular sin un Kirchner? El diputado Carlos Kunkel, por ejemplo, reunió a algunos legisladores y les reinterpretó el concepto: se trata sólo de una estrategia destinada a distender, pero esto sigue, explicó. Su mujer, Cristina Fioramonti, hizo exactamente lo mismo en...

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