Mitos de la ciudad: el taxi con un chofer espectral al que nunca hay que subirse en el entorno del Cementerio de la Chacarita

Recomiendan tener mucho cuidado al elegir un taxi en las inmediaciones del Cementerio de la Chacarita

No se sabe bien cuál es el modelo del automóvil, aunque algunos dicen que se trata de un Peugeot 403 o 404. De todas formas, quienes vayan al Cementerio de la Chacarita o circulen por sus inmediaciones y piensen en la posibilidad de parar un taxi, deben estar muy atentos a no subirse a uno muy particular.

Se trata de una de las leyendas urbanas más populares de Buenos Aires, y según Hernán Santiago Vizzari , historiador del Cementerio de la Chacarita y de patrimonio funerario, su conductor siempre merodea el perímetro de la necrópolis, cerca de los puestos de flores sobre la avenida Jorge Newbery y también por Warnes , hasta que alguien lo aborda.

Según la leyenda urbana, el taxi siempre merodea el perímetro de la necrópolis, cerca de los puestos de flores sobre la avenida Jorge Newbery y también por Warnes

"Por lo general, lo para la gente que sale del cementerio y, una vez que comienza el trayecto, el pasajero se da cuenta de que el auto, si bien enfila para el lado que uno le indicó, luego retoma de vuelta hacia el cementerio", explica Vizzari. De acuerdo con el relato, es en ese momento cuando la persona sentada en el asiento trasero empieza a sentir un olor fétido , raro, hasta que mira hacia el espejo retrovisor y se espanta al ver que el conductor tiene un rostro pálido y las órbitas de los ojos totalmente vacías . Entonces, imágenes de su vida le pasan por la memoria, se empieza a descompensar y muere. Al otro día, o a las pocas horas, aparece su cuerpo tirado en el campo santo.

Sin embargo, el historiador de cementerios, quien en 2017 fue declarado personalidad destacada de la cultura por la Legislatura porteña , afirma que un joven logró escapar del taxi de la muerte y es el único sobreviviente que pudo contarlo. "Se trata de un muchacho que, cuando mira el espejo retrovisor y ve esa cara pálida, esos cuencos vacíos, empieza a sentirse mal. Enseguida junta fuerzas para poder abrir la puerta, se tira y cae rodando en uno de los caminos del cementerio y se pierde entre las tumbas", cuenta Vizzari. El joven es rescatado por los cuidadores de la sección de tierra y, cuando trata de incorporarse para identificar al taxi, este ya desapareció.

Desprevenidos, los pasajeros suben al taxi, que elige un destino diferente al solicitado

El tenebroso relato también aparece muy bien detallado en el libro Buenos Aires es leyenda I (Planeta...

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