El misterio envuelve el caso Alonso

Es la gran pregunta que se reitera por estas horas en la Fórmula 1. ¿Qué pasó con Fernando Alonso? Suena al menos inverosímil el "golpe habitual de un entrenamiento" y no conocer los detalles de un accidente que para la categoría que alcanza velocidades de más de 320 km/h y provista con la más alta tecnología dispuesta en la seguridad aún permanezca en el misterioso cockpit del hermetismo.

El piloto español, flamante incorporación del equipo McLaren (impulsado desde este año por Honda, emulando aquella época dorada de Alain Prost y Ayrton Senna), se golpeó el domingo en la curva 3 del circuito de Montmeló, a uno 150 km/h, en un impacto lateral. Pese a la absorción del impacto por parte de la máquina, Alonso no reaccionó. Fue atendido en el vehículo y desde allí fue trasladado en helicóptero al Hospital General de Cataluña, donde recién ayer le dieron el alta.

El golpe fue insignificante, al menos visualmente. "La velocidad era lenta y el auto se fue hacia la derecha, hacia el paredón. Fue extraño", comentó el ex campeón Sebastian Vettel, que circulaba detrás del español justamente con una máquina del equipo que abandonó a fin de año: Ferrari.

Tanto Eric Boullier, director de McLaren, como el representante del piloto, Luis García Abad, coincidieron en afirmar que "fue sólo un accidente habitual de entrenamientos. Nada grave". Sin embargo, Alonso permaneció 10 minutos sin reaccionar dentro del automóvil y luego estuvo internado durante tres días en el hospital de Barcelona.

En el lugar se encontraba el fotógrafo Jordi Vidal, que no sólo obtuvo la secuencia del accidente. También fue testigo de la llegada de los auxiliares, que al socorrer a Alonso le daban golpes leves en el casco y el conductor parecía que no respondía.

Luego el mismo representante de Alonso, que afirmó que su piloto fue hospitalizado sólo "por cumplir el protocolo" (no todos los accidentados son internados), agregó datos que tampoco fueron contundentes, al indicar que el viento había alterado el funcionamiento del auto y provocó el despiste. Poco creíble para un auto de Fórmula 1, el talento del piloto y las condiciones climáticas en Montmeló, que si bien estaba ventoso, no era de tal intensidad como para aprobar esa alternativa

¿Qué pasó entonces? La Fórmula 1 apeló, como suele hacerlo en estos casos, al silencio. En medio de los más sofisticados elementos de medición, con la telemetría al alcance de la mano, no hubo explicación oficial alguna.

Las primeras conjeturas...

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