Una misa escénica en la que dialogan el Papa y León Ferrari

"Una capilla devenida teatro. La reconstrucción del presente. La precariedad e inconsistencia de una escena que agoniza y que, al mismo tiempo, se redime en su fragilidad. Cuando la actuación no basta ni nos pertenece, recurrimos a Dios", dice la escueta información de prensa.

Dios es el nombre de esta misa escénica que se estrena hoy en la Capilla del Centro Cultural Recoleta. Lleva la firma de Lisandro Rodríguez, el mismo que tiene en cartel en su sala, Elefante Club de Teatro, La mujer puerca y Duros, dos propuestas tan potentes como diferentes entre sí. El estreno de esta tarde tiene su prehistoria. Desde hace un tiempo, junto al escenógrafo y artista plástico Norberto Laino imaginó un proyecto sobre la materialidad en la escena para trabajar con una actriz, un músico y el escenógrafo. Presentaron el proyecto en Plataforma Futuro, pero no fueron seleccionados. Como tenían la carpeta armada, la presentaron a una convocatoria en el Centro Cultural Recoleta. Tampoco fueron seleccionados. Pero como parece ser que quedaron en lista de espera, ahí se produjo el "milagro" de estrenar en Recoleta.

La idea inicial del equipo formado por Laino, Rodriguez y Manuel Schjaer era continuar con la línea de la materialidad en escena. Pero vino otro cambio. "Como me propusieron trabajar en la Capilla me pareció imposible despegarme de una espacialidad tan pregnante y potente", cuenta Lisandro. Indagando en la historia del lugar dio con los cientos de anécdotas de aquella famosa retrospectiva de León Ferrari que se montó en Recoleta, en 2004.

En aquella oportunidad, el que era arzobispo de Buenos Aires y que es el actual papa, Jorge Bergoglio, trató a la muestra de este artista de fama internacional y conocida postura crítica frente a la Iglesia como "una blasfemia que avergüenza a nuestra ciudad". Ferrari respondió: "Más lamento yo que la religión que Bergoglio profesa castigue a los que piensan diferente".

Entre declaraciones cruzadas, acciones vandálicas y revuelo en los medios, la muestra fue un éxito, Ferrari reconoció que Bergoglio había sido su mejor agente de prensa.

"Si bien yo no había ido a aquella muestra -confiesa el actor, director y dramaturgo-, sentí que algo había que hacer con todo ese material. Ahora, con Ferrari muerto y quien había sido su principal enemigo devenido Papa, era importante releer todo aquello."

Así fue como habló con Andrea Guinta, curadora de esa muestra, y se puso a investigar las series de reacciones que generó...

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