Miriam Testorelli: la heredera de una relojería y joyería con 134 años de historia en la Argentina

Miriam Testorelli, joyera, Alto Palermo Shopping

Creció rodeada de joyas y piedras preciosas. Aprendió a reconocer la belleza de las gemas y a valorar el poder de la perdurabilidad: de una pieza, de un vínculo, de una marca. Miriam es miembro de la cuarta generación de la familia Testorelli y, junto con su hermano Fabián, está al frente del negocio que fundó su bisabuelo hace 134 años y que hoy cuenta tanto con talleres propios como con seis locales.

La familia. En el centro, Susana Abriata de Testorelli. Junto a sus hijos: Fabián, Miriam y Gladys. De pie, los nietos. Ignacio, Joaquín y Milagros Griep Testorelli.

José Testorelli llegó a la Argentina en 1887. Oriundo de Morcote, una comuna del cantón del Tesino, trajo de Suiza un importante patrimonio que lo llevó a instalarse en la aristocrática zona bonaerense de San Isidro . Contaba con vastos saberes, no sólo en relojería y joyería, sino que tenía conocimientos expertos de todo lo que fueran oficios de precisión: óptica, armas. Lo suyo eran las disciplinas de la exactitud .

Su hijo José fue su principal discípulo, el compañero del proyecto que les otorgaría un indiscutido prestigio a nivel nacional. Ocurrió en 1913, cuando el Dr. Adrián Beccar Varela convocó a los Testorelli para la construcción de un reloj floral para la Plaza Mitre . Quien era, por entonces, intendente de San Isidro había visto una postal de Edimburgo que le implantó la ambición de tener una réplica idéntica en su distrito. Fue un capricho a la medida de las épocas de oro.

En 1913 se inauguró el reloj floral en la Plaza Mitre de San Isidro. El mecanismo, realizado por Testorelli fue reemplazado por uno electrónico y hoy está en el Museo Archivo Municipal Doctor Horacio Beccar Varela

"Mi bisabuelo y mi abuelo se pusieron a trabajar con mucha rigurosidad, utilizaron piezas importadas de Alemania; lo hicieron totalmente ad honorem", aclara Miriam.

El 31 de diciembre de 1913 a las doce en punto se puso en marcha el reloj con una gran fiesta de vecinos y autoridades. Los Testorelli se hicieron famosos y afianzaron la reputación profesional que ya tenían.

José Testorelli hijo fue discípulo de su padre y quien profundizó la especialidad en relojería de la firma, que llegaría a representar en el país a las marcas más prestigiosas del mundo.

Una muerte antes de tiempo

Pero no todas fueron alegrías. Norberto Testorelli se convirtió prematuramente, en 1945, en el responsable de la tercera generación: "Mi padre fue hijo único y a los 16 años falleció su papá -explica Miriam-. En el Colegio Marín, donde iba, le hicieron un plan para que pudiera terminar los estudios y atender el negocio, ya que era la única fuente de ingreso de la familia . Así salieron adelante". Juntos, él y su madre: Alice John Margarite Serrure quien era hija de un diplomático belga y de la inglesa Anne Hart.

Testorelli desde entonces es sinónimo de lujo, de relojería de alta gama.

Norberto Testorelli se casó con una de sus clientas: Susana Abriata. Tuvieron tres hijos, Miriam es una de ellas

Norberto se enamoró de una de sus clientas, Susana Abriata . Se casó, formaron una familia, tuvieron tres hijos: Fabián, Gladys y Miriam. "Mi madre se fogueó junto a mi padre -sigue Miriam-. Nosotros nacimos y nos criamos entre el sonido de los carillones, los cucús y los colores de las gemas. Vivíamos en el taller, que estaba detrás del local comercial con atención al cliente", cuenta Miriam, quien es la actual vicepresidenta de la compañía.

-¿Siempre pensaste en dedicarte a la empresa familiar?

-No siempre. Yo me formé como periodista y escribí...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR