Con la mira en las preocupaciones de los votantes de 2015

Apenas pudo asomar la nariz del agua en la que lo sumergió el , Daniel Scioli comprendió que necesitaba demostrar que no sólo es el mejor flotador de la política argentina, sino que está dispuesto a dar respuesta a las demandas más acuciantes de la gente, si pretende mantener las chances de acceder a la Presidencia el año que viene.Así explican políticamente la declaración de la emergencia en la seguridad provincial los allegados al gobernador y así lo interpretó casi toda la dirigencia de otras fuerzas.Obsesivo auscultador del humor social y consumidor insaciable de encuestas de opinión, Scioli advirtió que si bien su imagen se mantiene estable, a pesar de la agotadora huelga de los maestros, empezaban a extenderse algunos cuestionamientos sobre su capacidad de gestión y su aptitud y disposición para resolver problemas.Un funcionario que participó de la elaboración del plan fue elocuentemente sincero al respecto. "El gobernador percibió que la gente podía empezar a pensar: si no te ocupás de esto, que es lo que más me preocupa, no podés pretender ser presidente", admitió la fuente y agregó: "Con la medida adoptada dio un golpe sobre la mesa y demostró que también es su principal preocupación y que está decidido a enfrentar el problema".Por eso, la declaración de emergencia se elaboró con urgencia en menos de siete días y llegó al final de una semana en la que la inseguridad no sólo desplazó a cualquier otro tema del tope de la agenda pública, sino que se instaló de la mano del aberrante fenómeno de los y las golpizas a presuntos delincuentes. Si faltaba algo para acelerar la presentación, llegó la constatación de que el argumento más aceptado para explicar esa violencia era la ausencia o la ineficacia del Estado. Una responsabilidad indelegable de quienes gobiernan.En tanto, para mayor inquietud del sciolismo, quien mejor seguía aprovechando la problemática de la inseguridad era su principal adversario en la...