Por una minería eficiente

A partir de la Revolución Industrial, el mundo comenzó a demandar con ansiedad desconocida hasta entonces materias primas, particularmente minerales. Fue así como en el último siglo la utilización de estos se multiplicó diez veces. Todo indica que, especialmente en los países en desarrollo, continuarán aumentando, año tras año, la demanda y, por lo tanto, la comercialización de minerales. Las tendencias productivas hoy vigentes anticipan que se acentuará el consumo de metales por los sectores de alta tecnología tanto en países industrializados como en los emergentes asiáticos. Y en la Argentina el sector minero podría ser vital en el crecimiento económico, como lo es en Chile y Perú.La explotación de la minería suscita delicadas cuestiones políticas en virtud de que es una actividad que demanda un mínimo de aceptación social. Está así en juego una condición concerniente al desarrollo de cualquier actividad económica, pero que en el caso de la minería requiere del consenso de la opinión pública para movilizar las grandes inversiones implícitas en una actividad extractiva.Resulta esencial que las sociedades cuenten con amplio acceso a la información sobre los costos, particularmente los ambientales, y los beneficios que acarrea la minería. Eso exige asumir responsabilidades corporativas que deben comenzar por poner en conocimiento de la opinión pública datos veraces sobre las ventajas del desarrollo productivo de los recursos naturales y de la forma en que se preservará el ambiente.No es raro que la sociedad esté fuertemente influida por prejuicios alentados por un falso progresismo ecológico que impiden tener una clara idea de las ventajas netas que las industrias extractivas aportan a un país no solo por el mayor crecimiento económico y del empleo, sino también por el fortalecimiento de las respectivas balanzas de pagos. Probablemente la actitud de algunas pocas empresas que no han tenido un manejo transparente y responsable en sus operaciones ha generado estos válidos temores. Las autoridades deberían implementar herramientas estratégicas, como el ordenamiento ambiental del territorio y la evaluación ambiental estratégica, con participación ciudadana y de los sectores involucrados.De modo especial, debe contemplarse la protección del agua y sus fuentes, por constituir un recurso estratégico de especial relevancia para las principales provincias mineras de la Argentina. Como lo hemos destacado desde estas columnas al discutirse la ley de...

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